Así como se critica a quien trae a un entrenador extranjero sin conocimiento del futbol mexicano a entrenar a un equipo, también creo que es importante entre los directores técnicos de nuestro medio que se "empapen" con la mística del equipo a dirigir, que pregunten, que se den "baño de pueblo" y entiendan contra qué equipos es vital ganar o al menos morirse intentándolo.
Romano es de ese tipo de técnicos, ignora lo importante que es para el "Territorio Guerrero" el hecho de eliminar al América, para Rubén seguramente le resulta difícil entender lo siguiente: en el utópico caso de que el Santos hubiera eliminado al América y después los Guerreros cayeran en la primera ronda de la liguilla, la gran mayoría de los aficionados santistas dirían "no importa, al menos eliminamos al América de la liguilla". Esa es la forma en que piensa un gran número de seguidores laguneros, así ha sido y así será.
Romano se presentó en el Azteca con una alineación que dejaba la siguiente proyección, noventa por ciento de perderlo y diez por ciento de empatarlo, tres de los jugadores que atraviesan por una prolongada baja de juego fueron alineados como titulares: Cárdenas, Arce y Torres. Si dosificándolos, entrando de cambio, ahora uno y después el otro, no dan muestra del menor progreso, ¡imagínatelos a los tres de inicio, al mismo tiempo! Y si a esto le agregamos que el técnico santista mandó al joven Toledo a perderse en la soledad del medio campo del Coloso de Santa Úrsula, el chavo parecía perdido en el Zócalo buscando desesperadamente a su mamá.
Al menos en el caso de Toledo todavía existe cierta disculpa, por su juventud y poca experiencia en primera, pero en los tres mencionados anteriormente no hay ni cómo ayudarlos, esperemos que Romano haya entendido definitivamente que en este torneo ninguno, Cárdenas, Torres y Arce, lo van ayudar, una lástima porque no hace ni un año que estos tres futbolistas atravesaban por un buen momento e incluso fueron llamados a la Selección Nacional.
Jonathan Lacerda sigue dando signos alarmantes de no terminar por adaptarse, continúa dando demasiadas facilidades al rival, luce desubicado y llegando tarde a la mayoría de las jugadas, ojalá con el regreso de Baloy el charrúa se ubique y sea de ayuda.
Por lo pronto, el próximo domingo a las siete, en la ida de los cuartos de final, Peralta, Quintero y Ludueña deben de iniciar para tener una oportunidad ante Pumas, acuérdense que Santos debe de ganar al menos uno de los dos juegos para pasar a las semifinales. La UNAM empató en la despedida del viejo Corona y ganó con aquella imprudencia de Olvera. En este torneo es la defensa menos goleada (imponiendo récord de menos goles admitidos en un torneo corto), juega como el Necaxa de Arias y es extremadamente difícil hacerle más de un gol. En once encuentros los Pumas no permitieron gol y sólo en tres ocasiones admitió más de una anotación, con Tigres e Indios dos y sólo el Querétaro fue capaz de marcarle tres anotaciones.
De ahí lo grave de la falta de ambición de Romano desde el inicio, con una alineación con titulares comprobados y así aspirar incluso al tercer lugar general, se dio cuenta demasiado tarde que el América no era el rival que tanto temía y cuando fue por los tres puntos el futbol le pasó la factura, relegándolo al quinto lugar y arriesgando de nuevo una temprana eliminación.