Una verdadera decepción el juego de vuelta de la semifinal de UEFA Champions League entre Internacional de Milán y el Barcelona, no por el hecho de que se enfrenten dos equipos de élite en Europa se debe dar por descontado que se disfrutará de un excelente partido como lo anunciaban los clásicos jilgueros racistas en nuestro país y alrededor del mundo.
"Este sí es un gran torneo, no la Champions región cuatro", se burlan y no se cansan de hacer y de decir la estúpida broma, minimizando a la Liga de Campeones de Concacaf. Es obvio y habría que ser retrasado mental para no reconocer la supremacía del mejor torneo de clubes del mundo y me refiero por supuesto a la Champions europea, pero cuando dos equipos escenifican un pésimo partido deben de ser denunciados, llámense como se llamen, como el caso del churro futbolístico protagonizado por catalanes e italianos. Es cierto que el Internacional de Milán (¿por qué cuando se refieren al Milán le dicen Mílan y cuando hablan del Inter le dicen correctamente Milán?) no jugó a nada y el cínico de Mourinho se ufanó de ello, pero también el Barcelona exhibió una carencia de ideas nunca vista en este equipo, dando como resultado un partido infumable y como se jugó a la hora de la siesta se corría el grave riesgo de caer en un coma profundo.
Además, el partido se calentó bastante previamente, tanto como las declaraciones del pelado portugués que dirige al Inter (por cierto se les pasó la mano con lo de Internacional, el miércoles pasado no jugó ningún italiano) así como la respuesta de Gerard Piqué, el central catalán que se enganchó en el jueguito de los dimes y diretes. Al final del partido Don José cruzó la cancha del Nou Camp y según él festejaba con los tifosi del Inter cuando en realidad se burlaba de los seguidores blaugranas, a los catalanes les ardió a tal grado que abrieron los aspersores para bañar a los jugadores interistas, aquello terminó como un clásico Irapuato contra León en los tiempos del señor Ahumada, sólo que freseros y panzas verdes brindaban un espectáculo más digno que la bazofia que produjeron Barcelona y sobre todo el Internacional.
Sé que a algunos admiradores a ultranza del futbol europeo esto no les va a gustar, pero no hay vuelta de hoja, las semifinales de la UEFA Champions League fueron lamentables, el Olímpico de Lyon y el Bayern de Munich aburrieron durante mínimo 150 de 180 minutos y el partido de vuelta entre españoles e italianos es para la basura.
Una lástima sobre todo para el Barça defensor del futbol y en cuanto al Inter ojalá pierdan la final, equipos de estas características, que se apunten grandes éxitos son peligrosos para el buen gusto, gracias a Dios que Grecia después de ganar una Eurocopa jugando ratoneramente no ha vuelto a cosechar éxitos. En lo personal después de ver el juego del miércoles me quedó la sensación de haber visto una mala película y para colmo ganaron los malos.
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