Abrumados y agobiados, sobre todo en los primeros treinta minutos, los Guerreros del Santos Laguna decidieron que había que reforzar el esfuerzo, que había que meterle más agallas y en la cancha mojada de Ciudad Universitaria los jugadores laguneros merecieron como nunca su ya legendario mote.
Fuera el maquillaje, fuera el glamour, había que "matarse" en la cancha y sostener contra viento, agua y once pumas enfurecidos el gol que quedaba, al final de cuentas una revancha anhelada por todos pero sobre todo por Oswaldo, víctima del retraso mental que aqueja a la porra llamada "La Rebel" que se metió en forma absurda con el arquero santista, como si fuera integrante del América o de las Chivas, al final, el futbol premió a quien debería.
Quiero ser claro, en este mismo espacio critiqué con severidad (algunos gentiles lectores que se tomaron la molestia de escribirme me acusaron de "bañarme") la vergonzosa actuación del Internacional de Milán para eliminar al Barcelona en la vuelta de las semifinales de la UEFA Champions League, es cierto, pero sólo el primer tiempo es equiparable, Santos sólo tuvo una, remate de cabeza de Quintero que Bernal sólo vigiló que pasara por encima de su portería. En el segundo tiempo el equipo de la Comarca creó tres, una gran salvada de Íñiguez de palomita sacando la bola sobre la raya, par de cabezazos de Matías frente a Bernal, uno chorreado y el otro a las manos, el Inter en noventa minutos hizo sólo un tiro a gol y además inofensivo, no hay comparación.
Una vez más (con la rara excepción del torneo pasado) la afición regia volverá a ser carcomida por la envidia, estuvieron proclamando a los "Rayados" como el Barcelona de México y terminaron ahogándose en su soberbia; por su parte, los Tigres tuvieron la temporada más ridícula de la que se tenga memoria en el futbol mexicano.
Por su parte, la crítica nacional monta en cólera porque de los cuatro "grandes" uno, "El Frustrazul" ni siquiera calificó y los otros tres (es cierto, con bajas por lesión o convocatoria) mordieron lastimosamente el polvo, pero la realidad nos dice que Toluca, Pachuca y Santos en ese orden son los mandones en torneos cortos, que ya van 28 y Monarcas no desentona.
De los cuatro calificados a semifinales, tres tienen magníficos escenarios: el Hidalgo, el Morelos y el Corona son estadios dignos para un mundial en este preciso instante, es decir, estos tres preciosos inmuebles recibirían una Copa del Mundo mañana si fuera necesario.
El que desentona (ni modo, ya no somos nosotros) es el Toluca con esa caverna llamada "La Bombonera", realmente llama la atención que ni siquiera por asomo se hable de la posibilidad de dotar de una casa digna al equipo más exitoso de los últimos tiempos. Santos Laguna tiene una oportunidad más factible de lo que parece de alcanzar la final, el mejor aliado de los Guerreros es su emocionante afición, y si le agregas que el segundo partido se juega en el Corona y el empate global da el pase a los laguneros, las posibilidades crecen enormemente. Acuérdense que si hay un equipo experto en aprovechar este tipo de ventajas es el lagunero. Ahora imagínense que el Pachuca siga en su plan de cenicienta y elimine al Toluca, entonces Santos, si las cosas se acomodan podría jugar la final final en su esplendoroso escenario. Como la película de Jack Nicholson, "Mejor imposible".
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