Después de golear y crear infinidad de jugadas de gol en sus primeros tres partidos, Santos Laguna de improviso ha caído en dos partidos consecutivos en una falta de producción ofensiva de llamar la atención. Son los mismos jugadores así es que la mente de Romano debe de estar trabajando horas extras para encontrar el motivo de tener treinta oportunidades claras de gol en las primeras tres jornadas y en las últimas dos, además del gol de Benítez contra Jaguares si mucho un par más contando los noventa minutos contra Tigres.
Los Tigres son un equipo ahora dirigido por un técnico cien por ciento trabajador, serio y disciplinado, "Tuca" Ferreti no pide, exige el máximo esfuerzo a sus dirigidos y así lo demostraron el sábado en la cancha del Uni, "Chucho" Benítez fue inteligentemente aislado del resto de sus compañeros, el ecuatoriano siempre tenía que luchar contra dos o incluso contra tres tigres, la defensa tigre cortó el circuito Ludueña-Darwin-Benítez, los carrileros apenas se daban tiempo para contener los embates felinos y difícilmente se animaban a pasar de media cancha con balón dominado. De milagro, pero los Guerreros mantienen el superliderato, la Máquina los alcanzó en puntos, Monterrey es el único invicto y está a un punto de Santos, estas dos escuadras empiezan a quitarle el papel del muchacho de la película a los laguneros, que deberán de retomarlo el próximo sábado derrotando convincentemente a un Atlas en apariencia desahuciado, José Luis Mata es el pobre "voluntario" en tomar las riendas de unos Zorros que van camino al precipicio.
Pero volviendo al tremendo cambio que ha experimentado Santos Laguna en los dos últimos partidos, no es que se crea que había que ganar y golear a todos, estábamos perfectamente conscientes que esto es imposible, pero volvemos a recordar una de las frases más gastadas por los técnicos de futbol cuando pierden fallando varias de gol, "perdimos, pero no me preocupa porque tuvimos llegada", "malo que no hubiéramos creado ninguna" suelen declarar, en el caso de los Guerreros esto no aplica y por lo tanto debe de preocupar la inesperada sequía de opciones de gol.
Les guste o no a los que cada vez que Santos pierde y no es productivo en ofensiva piden que Ludueña vaya a la banca "en castigo por no echarle ganas", pues vayan haciendo hígado amigos, porque Daniel Emmanuel es la plataforma de lanzamiento de los dos alegres compadres que juegan adelante, y sin él se batallaría aún más en dejar de cara a gol a los desequilibrantes morenos, todos lo sabemos, el asunto es que los rivales también lo saben y planean cómo sabotear esa plataforma de lanzamiento y entonces Darwin y "Chucho" tienen que luchar en solitario contra rivales que siempre los superan en número. Rubén sabe que la clave radica en Ludueña y juego a juego debe de planear una estrategia que proteja al cerebro santista para que reciba el balón con el suficiente espacio para proyectar a sus delanteros. Mandar a Ludueña a la banca sólo beneficiaría a los rivales.
Rafael Rosell
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