La última vez que los Gigantes ganaron una Serie Mundial fue en 1954. Lo hicieron a tres años de mudarse a San Francisco. En esa temporada del 54, Willie Mays fue el jugador más valioso, conquistó el campeonato de bateo con promedio de .345, conectó 41 cuadrangulares y remolcó 110 carreras, pero el que se robó el show en el clásico fue un tal Dusty Rhodes, que materialmente destruyó a los Indios de Cleveland bateándoles en la Serie para .667, pegando dos jonrones e impulsando siete carreras. Los favoritos eran los Indios de Beto Ávila, que impusieron récord para la Liga Americana con 111 victorias, cosa que no impresionó a los Gigantes que los barrieron en cuatro juegos. Willie Mays no se significó en esa serie por su bat, pero en el juego número uno atrapó de espalda al home y sobre su hombro un cañonazo de Vic Wertz que amenazaba en chocar contra la barda, para muchos la jugada defensiva más espectacular de la historia de las Series Mundiales.
En ese año de 1954, el veracruzano Beto Ávila ganó el campeonato de bateo de la Americana convirtiéndose en el primer latinoamericano en ser champion bat, Beto bateó para los Indios un porcentaje de .341. El cubano recordado en La Laguna por jugar con los Algodoneros del Unión Laguna, Orestes "Minnie" Miñoso, produjo 116 carreras para los Medias Blancas de Chicago, el más valioso del joven circuito lo fue Yogui Berra de los Yanquis. También es digno de destacar lo sucedido en esa temporada por insólito y difícil de repetir, un lanzador ganó un partido sin hacer una sola pitchada, el zurdo de los Senadores de Washington, Dean Stone, entró al juego en la octava entrada con dos outs y atrapó tratando de robarse el home al cardenal Red Schoendienst, a la postre Stone se llevó la decisión.
Después de ganar la Serie Mundial del 54, los Gigantes de Nueva York terminaron terceros en el 55, sextos en la 56 y 57, para 1958 se mudaron junto con los Dodgers de Brooklyn a la costa oeste, terminando ya como Gigantes de San Francisco en el tercer lugar de la Liga Nacional a 12 juegos de los líderes Bravos de Milwaukee.
Para el tercer juego de la actual Serie Mundial en Arlington, Texas, Colby Lewis, de los Rangers, que ganó 12 y perdió 13 en la temporada regular, enfrentará a Jonathan Sánchez por los Gigantes, la encomienda de Lewis es no aceptar tantas carreras como sus antecesores y de esa manera darle la oportunidad a la ofensiva de Texas para colocarse dos uno en la Serie y el domingo Tommy Hunter tratará de hacer lo mismo ante Madison Bumgarner para emparejar las cosas y el lunes esperar que Cliff Lee vuelva a su plan dominante ante Tim Lincecum y regresar a San Francisco con ventaja de un juego, ese es el plan de los Rangers pero los Gigantes están con el suyo de la última vez que ganaron la gran serie, barrer al favorito.
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