LA COLUMNA DEL PERRO
Por mi padre soy veterinario
Cuando el azar del destino me puso en el camino directo de estudiar medicina veterinaria, porque en aquel entonces en los años setentas no había escuela veterinaria aquí en Torreón, y nos tocó honrosamente junto con un grupo de alumnos de diferentes preparatorias de aquí y de Gómez Palacio fundar y consolidar después de una larga lucha para que existiera aquí en Torreón una escuela de medicina veterinaria y zootecnia hoy orgullosamente perteneciente a la Universidad Antonio Narro, de la cual fuimos alumnos fundadores de la primera generación.
Consulté con mi papá la decisión de que junto con un grupo de ex preparatorianos nos habíamos unido para hacer una escuela veterinaria aquí en Torreón, y me contestó, tú sabes, tú eres el que debes decidir, piénsalo bien y si te gusta hazlo, yo estoy contigo en lo que decidas, pero recuerda que es la única herencia que vas a recibir y aunque no sea mucho es con lo que te vas a ganar la vida.
Mi papá es una persona de más de 80 años, sencillo y aunque tiene muy poca instrucción, siempre nos inculcó, nos motivó y nos apoyó en la medida de sus posibilidades a que estudiáramos mis hermanos y yo, una carrera profesional.
Eso fue hace ya más de 30 años, ahora que el tiempo pasó y que trabajo gracias a Dios, a mis padres, y a mi hermana, en lo que más me gusta y que se ha convertido en mi pasión que es la medicina veterinaria. Me doy cuenta de muchas cosas que antes no valoraba, de muchos consejos que mi papá me dio y que yo en ese entonces joven no los tomaba en cuenta, pues pensaba que él era negativo, exagerado y pasado de moda, al decirme que me lavara las manos antes de comer, que no pusiera los codos sobre la mesa, que no comiera con la boca abierta, que respetara a los mayores fueran mis parientes o no, que no dijéramos malas palabras. Pues todavía el día de hoy que somos adultos y que se nos sale una que otra mala palabra en la plática, según nosotros justificada para darle sabor a la misma, nos regaña, o de plano se levanta y se va a otro lado.
Cuando voy a visitarlo, siempre voy de prisa, e invariablemente me pregunta que cómo estoy, que no ande tan acelerado, que si quiero un café, una naranja o una manzana o un vaso de agua. Casi automáticamente le contesto no gracias porque voy de prisa, y él me dice en son de broma mmm haces puras visitas de doctor.
Yo más bien pienso que no quiero quedarme mucho rato, pues ahora al visitarlo a sus ochenta y tantos años, me lastima verlo casi siempre sentado, viendo la televisión o escuchando la radio o solo en silencio viendo al vacío pensando y esperando no sé qué. Para mí pasó tan rápido el tiempo en que mi papá era para mí la imagen de fortaleza, era el proveedor, para él no había problema que le platicaras que se le hiciera difícil, pues siempre me decía déjaselo al tiempo y vas a ver que poco a poco todo se pone en su justo lugar.
Nadie nos enseña a ser padres y creo que las mayores lecciones las recibimos de nuestros hijos, especialmente cuando los regañamos o castigamos, y ellos no entienden o no aceptan el porqué.
Qué duro se me hace a mí saber que muchas veces he fallado y haber sido para mis hijos sólo un proveedor, pues ante la época que nos está tocando vivir, me da vergüenza aceptar que no tengo la fortaleza y el valor que siempre tuvo mi papá, creo que mis hijos por más que lo intento no captan mis consejos, y que yo mismo muchas veces me siento miedoso, inseguro, aprensivo y negativo.
Qué fácil fue criticar a mi papá cuando yo era joven, pero ahora que yo soy padre sé lo difícil que es predicar con el ejemplo. Y no sólo decir haz lo que te digo, pero no hagas lo que yo hago.
Y ahora para terminar una gota de filosofía:
Señor me perdonas que te pida, que si acaso hay otra vida, vuelva a ser mi padre él. (Canción)
ADÓPTANOS
Pulga: (izquierda), macho, 1 año, esterilizado, tranquilo, simpático, juguetón, excelente compañero, ando en busca de un hogar donde quieran mi compañía.
Negro: (derecha), macho, 3 años, esterilizado, alegre, juguetón, gran compañero... ¡adóptanos!
Anímate no lo pienses más, adopta un amigo leal e incondicional sin costo alguno, sólo envíanos un correo a: miguel_daviladavila@hotmail.com, o comunícate al 871-1201787. El correo y teléfono anterior es para personas interesadas en adoptar una mascota, no contamos con instalaciones físicas para dar albergue a animalitos (no hay refugio). Esteriliza a tu mascota, no olvides llevar al día el esquema de vacunación de tu mascota. Identifícala con una placa que contenga información básica en caso de extravío, no permitas que se convierta en una estadística más de muerte en la calle. Si por alguna razón tienes una mascota no deseada no la abandones en la calle, no la condenes a muerte si ésta no logra encontrar un lugar seguro donde no la agredan, donde pueda protegerse del calor, y donde pueda encontrar agua y alimento. Demos el ejemplo a nuestros hijos, tomemos decisiones responsables.