Han pasado más de 16 años desde que tú llegaste a nuestra familia, y pensar que el factor suerte influyó, para que tú estuvieras entre nosotros, y para ser honestos yo era el menos conforme con tu llegada, pues hasta el momento en mi casa había tenido sólo perros de talla grande y mediana. Te quedaste a insistencia de mis hijos quienes en aquel tiempo eran unos niños. Cómo podré agradecerte, la compañía, cariño y lealtad que nos profesaste, especialmente a mis hijos. Cómo podré agradecerte que con tu ejemplo de nobleza y alegría mis hijos crecieron.
Dime Fey con qué se paga más de una década y media de compartir el día a día en nuestro hogar. Cómo retribuirte el valor de tu compañía, pues sé que tú viviste con nosotros muchas épocas de alegría y otras de sinsabores. Con que Fey, dime se agradece aquella mirada muy tuya en la que yo al verte a los ojos, que en tus años mozos fueron negros, y que últimamente muestran lesiones y estragos señal de que pasó el tiempo, y que a pesar de todo al verme, me transmitiste siempre solidaridad, según el momento que yo estuviera viviendo. Pienso y creo, pues lo he vivido que tú significas mucho más que el hecho sólo de ser un perro. Pues fuiste la compañera y puente de unión, entre lo que mi familia y yo fuimos hace mas de 16 años y lo que en la actualidad somos.
Es imposible agradecerte lo suficiente el hecho de que te comportaste como una fiel nana, acompañaste a mis hijos en la alegre niñez, la desconcertante adolescencia, hasta hoy en que recién son adultos y empiezan a probar sus alas preparándose para el gran desafío y reto que es la vida.
Muy en el fondo Fey, no sé si esto que te escribo sea sólo en agradecimiento, o exista en mí la secreta intención de desahogar, de sacar de mí todo el sentimiento, todos los recuerdos que de golpe se amontonan en mi mente ante tu partida. El nombre te lo puso mi hijo, pero la naturaleza quiso que tú fueras de la raza chihuahua, que tu color de piel fuera negra, y el azar quiso que tú llegaras a mi casa y del resto de las cosas buenas que tuviste fueron sólo méritos tuyos. Qué difícil lidiar con la parte humana y egoísta de mí que quisiera tenerte siempre, como alguna vez lo dijo mi hijo mayor cuando era niño y te veía tan saludable, tan constante, tan consistente “La Fey nunca se va a morir”.
Como siempre has vivido entre nosotros, aquí en esta casa, aquí descansarás para siempre y como muestra de nuestro afecto hacia ti, te damos como último regalo la eutanasia, para librarte del sufrimiento y el dolor que sería lo último que yo quisiera para ti.
Fey te recordaremos y como dije antes siempre te quedarás en nuestra casa, en nuestros recuerdos y en nuestro corazón.
Y ahora para terminar una gota de filosofía:
La vida sigue igual (canción). miguel_daviladavila@hotmail.com
ADÓPTANOS
“Lerda & Horacio”
Lerda: (izquierda), hembra, ocho meses, esterilizada, tranquila, simpática, juguetona, excelente compañera, ando en busca de un hogar donde quieran mi compañía. Horacio: (derecha), macho, un año, esterilizado, alegre, juguetón, gran compañero… ¡adóptanos!
Anímate no lo pienses más, adopta un amigo leal e incondicional sin costo alguno, sólo envíanos un correo a: miguel_ daviladavila@hotmail.com, o comunícate al 871-1201787.
El correo y teléfono anterior es para personas interesadas en adoptar una mascota, no contamos con instalaciones físicas para dar albergue a animalitos (no hay refugio). Esteriliza a tu mascota, no olvides llevar al día el esquema de vacunación de tu mascota.
Identifícala con una placa que contenga información básica en caso de extravío, no permitas que se convierta en una estadística más de muerte en la calle. Si por alguna razón tienes una mascota no deseada no la abandones en la calle, no la condenes a muerte si ésta no logra encontrar un lugar seguro donde no la agredan, donde pueda protegerse del calor, y donde pueda encontrar agua y alimento. Demos el ejemplo a nuestros hijos, tomemos decisiones responsables.
