La Máquina de Cruz Azul venció al club Puebla 3-1 en partido amistoso, celebrado ayer en el Estadio Azul; el chileno Hugo Droguett fue el refuerzo más llamativo de cara al Torneo de Clausura 2011. (El Universal)
Arrastrados por la inestabilidad económica que experimenta México, los clubes de la Primera División han cerrado las carteras. Ya no hay "fichajes bomba". Todo se reduce a préstamos de futbolistas o adquisiciones de bajo costo.
El Régimen de Transferencias ya no genera morbo. Aunado a que muchas operaciones llegan apalabradas y la reunión de directivos sólo sirve para oficializarlas, la mayoría son a préstamo. Casi no hay compras. Intercambiar derechos federativos de jugadores es uno de los modus operandi más socorridos por los clubes.
Durante el año que termina hoy se efectuaron dos drafts en el Máximo Circuito. Ambos grises.
En el primero se realizaron 74 operaciones, pero sólo 20 definitivas. El monto oficial fue de 264 millones 82 mil 750 pesos.
El segundo se celebró hace poco más de una semana y las cifras que arrojó fueron aún menores: 47 transacciones (11 compras), buenas para sumar 186 millones 712 mil pesos.
Las épocas en las que los equipos candidatos al título se formaban, en buena parte, gracias al poder adquisitivo, son una simple anécdota. Instituciones como el América y hasta el Cruz Azul apuestan a su talento proveniente de las fuerzas básicas, el cual es aderezado con unos cuantos refuerzos, casi todos con poco renombre.
Los retornos de Humberto Suazo, Christian Benítez y Vicente Sánchez fueron las contrataciones más importantes. Los dos primeros regresaron al Monterrey y el Santos Laguna, respectivamente, tras un fugaz paso por el futbol europeo. El Zaragoza y el Birmingham City no hicieron válidas sus opciones de compra.
En el caso del atacante uruguayo, arribó a las Águilas como jugador libre, tras deslindarse del Schalke 04 de la Bundesliga alemana.
Ya sea en el régimen casero o con operaciones de futbolistas que militan en el extranjero, las compras exorbitantes desaparecieron del balompié nacional. Otra consecuencia de la realidad económica de México.
"Que casi todas las operaciones sean préstamos y haya pocas compra-ventas es un reflejo de la economía del país", apunta Emilio Maurer, uno de los creadores del draft, a inicios de la década de los 90s. "Eso no quiere decir otra cosa que no sea la falta de capital de los clubes".
"Mientras se hagan bien [las transacciones], el jugador sepa en cuánto se presta y se lleve su porcentaje correcto, está bien. No puede usted obligar a que los clubes compren si no tienen dinero. Es una manera de abaratar un poco el draft", dice.
Falta liquidez, aunque el ex directivo se resiste a creer que alguna de las 18 instituciones que integran el Máximo Circuito opere con pérdidas.
Los jugosos ingresos por derechos de transmisión en televisión y publicidad hacen que el balompié continúe siendo un buen negocio.
"[En] un club bien manejado, sale usted a mano o gana dinero", sentencia. "Eso de que son números rojos no es cierto, por lo que se paga por la publicidad y todas esas entradas que son mucho más importantes que la misma del estadio".
"La publicidad estática, en la camiseta, la televisión... Todo eso hace que, si usted no comete tonterías, el equipo se maneje en números negros".