Postura. El vocero de la Arquidiócesis lamentó que el debate no haya cumplido con su objetivo. SEBASTIÁN GALLEGOS / EL SIGLO DE DURANGO
Durango
La esencia del debate se degradó, conforme fue pasando el tiempo, en el caldeo de los ánimos y la indisciplina impulsiva, que llevó a la falta de respeto a los auditorios, al destacar en lo particular un lenguaje direccionado con descalificaciones y agresiones.
De esta forma, Víctor Manuel Solís, vocero de la Arquidiócesis, lamentó que el debate no haya cumplido con su objetivo, pues sólo fueron algunos usuarios que tienen acceso a la televisión de paga los que pudieron contemplar la emisión.
Dijo que la apreciación muy personal sobre este encuentro de pensamiento plural entre los candidatos, en un primer momento, fue de propuestas coincidentes e impacto profundo.
Ante esta realidad nociva que comienza a hacerse presente desde hace algunos días en el contexto del proceso electoral, y que tiene que ver con la descalificación personal y guerra sucia,los obispos han alertado a través de su Mensaje Pascual a que todos los candidatos y los partidos deben eviten el juego sucio y descalificaciones sin fundamento.
ANHELO
Eso no corresponde al anhelo que todos los duranguenses tenemos de una democracia seria y madura, pues esta práctica nociva sólo deja heridas profundas, que pasada la contienda electoral dificultan el ejercicio del gobierno y la convivencia social.
Explicó además el padre Víctor Solís que "de manera visionaria y a este mismo respecto, los pastores alertan y exhortan a todos los candidatos y electores a dejar atrás los apasionamientos y rivalidades de las campañas.
Sólo así se podrá sumar constructivamente al gobierno que será constituido de manera legítima y soberana por la mayoría para conseguir una sociedad más justa y solidaria.