El miércoles se conoció la noticia de que el PAN había decidido expulsar de sus filas al propio presidente del Comité Directivo Municipal, el diputado local y ex regidor Manuel Villegas González, por sus presuntas acciones de aprovechar los cargos que tuvo para obtenciones inmorales de beneficios particulares.
La Comisión de Orden del Comité Directivo Estatal del PAN llegó a esa determinación luego de llevar a cabo una investigación respecto a acusaciones de abuso de poder, hostigamiento y amenazas a trabajadores municipales durante la administración (2006-2009) de José Ángel Pérez, en la que Villegas tuvo el puesto de elección de cuarto regidor.
Durante el ejercicio del ex alcalde Pérez, Manuel Villegas contendió y perdió abruptamente por una diputación local, pero de acuerdo a las normas de Acción Nacional, de cualquier manera pudo acceder a la curul por la vía de representación proporcional y extender su "hueso" hasta el 2011.
La resolución de la Comisión que lo separa del partido, comprende un documento de siete páginas, donde se encuentran testimonios y varias pruebas de los actos imputables al ahora ex panista y que constituyen las causales de la determinación de echarlo, según las disposiciones del Reglamento para la Aplicación de Sanciones del propio PAN, así como lo dictado por el artículo trece, fracción VI del estatuto del partido.
En marzo pasado, el Comité Estatal del PAN había ya solicitado que el diputado fuera expulsado, porque durante la administración municipal pasada, promovió la sindicalización de trabajadores municipales, entre ellas, la de su esposa Dora Miriam Moreno, que hasta ahora continúa laborando en la biblioteca de la Alameda, dependiente del Municipio de Torreón.
A todo esto, Villegas González se mostró confiado en que el Comité Nacional del PAN echará abajo la resolución que lo saca del instituto político, y que le sean reintegrados sus derechos como militante partidista. Dice el diputado que la decisión está montada en "mentiras de gente con intereses personales o de grupo". Señaló que sabrá defender su estancia dentro del blanquiazul ante las instancias correspondientes y acusó al presidente estatal del partido, Reyes Flores, de pretender durante su gestión excluir a quienes no eran simpatizantes de su grupo político, y con ello entorpecer la unidad partidista. Dijo conocer la noticia desde hace una semana de que sería expulsado por haber hostigado a los militantes para que votaran por los determinados candidatos en las elecciones internas y hasta agregó que está desconcertado por lo que pasa en el PAN, que en lugar de pensar en la reconstrucción interna siguen pensando en destruirse entre ellos, y que prevalecen los intereses grupales a la vocación panista.
Todo este sainete parecería que debería quedar como es, en un pleito intrapartidista que nada afecta a terceros. El tema sin embargo sube al escrutinio público porque Villegas fue señalado como el hacedor de los trabajos "sucios" dentro de Acción Nacional bajo las órdenes de José Ángel Pérez. Las armas con las que Villegas se movió eran la nómina municipal, y ahí es donde el asunto trasciende más allá del devaluado instituto político.
Pero la gota que derrama el vaso, es cuando una vez derrotados y barridos electoralmente, Manuel Villegas fue promotor de que empleados de confianza buscaran el abrigo sindical para tratar abiertamente de seguir mamando de la ubre municipal, no obstante el poder pertenecía ya a otro partido que lo había ganado en las urnas.
El PAN local vive ahora un nuevo episodio de resquebrajamiento, lo que afecta a los demás es que ahora nuevamente la sociedad está entrando en un esquema unipartidista, que necesariamente nos regresa al pasado.
El PAN de Torreón vive ahora las consecuencias de su mayormente sucio proceder cuando alcanzó el poder, y bien merecido tiene ahora su lugar periférico, pero ominoso será el futuro de los ciudadanos si desaparece la competencia real electoral, porque ahondará las condiciones para seguir teniendo gobiernos nefastos.