La fe, fortaleza ante la adversidad: Diócesis

Este domingo inicia la Semana Santa, con la celebración del Domingo de Ramos, donde los católicos reflexionan sobre el centro de su fe.

El padre Ignacio Mendoza Wong Sánchez, vocero del Obispado, explicó que una de las cosas que no se pueden olvidar es la experiencia de Dios y la importancia de la fe.

En el contexto de crisis e inseguridad que se vive en la región, el padre señaló que en momentos difíciles la fe es una fortaleza en las personas y en la sociedad para asumir los retos y los compromisos que se exigen.

"En las Sagradas Escrituras, los hombres y las mujeres son probados en los momentos de dificultad y es ahí donde aparece la importancia y la fuerza de su fe", dijo.

"Vivir la Semana Santa para nosotros, en esta experiencia concreta que estamos viviendo, tiene que ser una invitación a ir a la fe, a volver a los elementos fundamentales de nuestra fe, que nos permita hacer frente a estas dificultades, a estos momentos tan concretos y específicos que estamos viviendo".

Mendoza Wong dijo que la Semana Santa habla de perdón, de amor, de confianza en Dios, de un proyecto, de dificultades porque hay dolor, hay muerte, hay traición, hay violencia.

"Con todo y esto somos invitados a asumir actitudes nuevas para enfrentar esta situación y vencer toda esta realidad con la fuerza del amor, del perdón, de la fraternidad", comentó.

Dijo que el Domingo de Ramos es todavía un día de Cuaresma, la cual se prolongará todavía hasta la tarde del Jueves Santo. Este domingo, llamado también de la Pasión, centra su atención en la experiencia de la pasión y muerte de Cristo, de acuerdo a la narración presentada por los evangelistas.

Este día se bendicen los ramos y se hace una solemne procesión recordando que Cristo es el Rey y que los creyentes desean ser sus seguidores. Con estos tres elementos: la bendición de los ramos, la procesión y la lectura solemne del Evangelio de la Pasión y Muerte del Señor, la Iglesia se dispone a vivir la festividad de la Pascua subrayando que Jesucristo, con su muerte y resurrección, abrió para toda la humanidad, un camino de vida plena de acuerdo al proyecto del Padre.

El segundo día importante en esta semana es el Jueves Santo. Por la mañana, el obispo preside la llamada Misa Crismal, y por la tarde será la celebración de la Cena del Señor.

 I. MENDOZA WONG

Vocero de la Diócesis de Torreón