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La ingenuidad del Filósofo

El Filósofo de Güémez

RAMÓN DURÓN RUIZ

Este Filósofo ha entrado de lleno a la edad del cóndor, ¿edad del cóndor? Sí, condolor aquí, condolor acá, y es que los años no pasan por mí... ¡todos se me quedan!; mi compadre "el Pipo" dice que mis dolencias son porque ya estoy viejo, yo le digo que viejo el mar y todavía se mueve, vieja la sierra y todavía reverdece, y le recuerdo lo que dice el sabio refrán "el corazón no envejece el cuero es el que se arruga".

Recientemente fui operado de la rodilla por el afamado galeno José Nava Reyna, estando en el centro de rehabilitación, al disponerme a recibir terapia me puse el short y apoyado en las muletas me acomodé para recibir la terapia sentándome en la camilla, en el mismo instante en el que entró en el cubículo un joven pasante de licenciado en rehabilitación, me recorrió con su vista de arriba abajo y me preguntó:

-¿Va a recibir terapia?

-No mi'jito, estoy listo pa' correr 100 metros.

Como la vez pasada en la que fui invitado a una entrevista en una radiodifusora de la Ciudad de México, al llegar en la entrada del estacionamiento el guardia me solicitó identificarme, una vez que hubo comprobado los datos me dijo salomonicamente:

-¡Pásele!, ahí estaciónese... ¡en donde haya lugar!

Claro, de pendejo me estaciono arriba de un carro.

Ese sentido de obviedad se desparrama en todas las actividades del mexicano, como la ocasión pasada, en la que en pleno auge del sexenio foxista arribó a Tamaulipas, el entonces secretario de Agricultura, Javier Usabiaga, venía a conocer el siniestro causado por una impresionante sequía que afectaba al estado, una vez que hubo escuchado a los integrantes del sector agropecuario con una sabiduría sin paralelo sentenció:

-Aquí no hay sequía... ¡lo que pasa es que no ha llovido!

Tras esa suave ingenuidad provinciana, hay un profundo amor a la tierra, una pretendida buena fe rural tras la que se enmascara un humor lleno de sentido común, perogrullo y obviedad que acompaña al mexicano en su vida y que el Viejo Filósofo ha hecho popular en sus historias y frases, frases como:

¿Pa'qué me querrán 'onde no me invitan?

Andamos como andamos... porque somos como somos

Antes era indeciso... ahora no sé

El dinero no da la felicidad... sobre todo si es poco

Cabrón es el que repite plato... pero más cabrón es el que pide pa' llevar

Camarón que se duerme... no amanece desvelado

Cuando el gallo canta en la madrugada... pue' que llueva mucho, pue' que llueva poco, pue' que no llueva nada

Cuando veas un pela'o con cara de gente buena... ¡es bueno!, con cara de pendejo... ¡es pendejo! Con cara de hijo de la tiznada... ¡es hijo de la tiznada! y con cara de sinvergüenza... ¡no le prestes!

De cada 100 problemas que tengo... uno es por pendejo y 99 por metiche

Dejar de fumar es fácil... lo he dejado como 100 veces

Detrás de un hombre hay una gran mujer... pero nuestra vieja siempre está en medio.

Donde sobra... no falta

El que anda de buenas... no puede andar de malas

El que anda hecho madres se muere... y el que no, también

El que se chingó... se chingó

El Sida es como la iglesia de Güémez... no tiene cura

El Vaticano es como la reforma agraria... en 50 años ha producido cinco papas

En México la justicia es como la rubeola... sólo le pega a los chiquitos

En política no te metes, te meten... no te sales... te sacan

El matrimonio es como un baño de agua fría en tiempo de frío... métete de un chingazo porque si le piensas mucho te rajas.

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