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La obesidad

JULIO FAESLER

 M Éxico ocupa el primer lugar mundial en obesidad. Hay 52% de personas obesas o con sobrepeso en el país. Las estadísticas dicen que la obesidad es un mal mundial. El 69% de los mexicanos tiene problemas de sobrepeso (30%) u obesidad (40%).

Los gobiernos que gastan sumas crecientes en atender los achaques y enfermedades atribuibles al sobrepeso, están apareciendo enfermedades relacionados con la obesidad a los 20 años de edad como cánceres y diabetes que antes aparecían a los 60. El 31% de la población norteamericana era "obesa" en 2004. Actualmente lo es más de la mitad habiendo sido de sólo 12.5% en 1960.

En nuestro país el sector salud gastó 42,000 millones de pesos en 2008 para atender resultados de la obesidad como hipertensión y diabetes.

Las compañías de seguros ya aumentan las primas y se niegan aceptar a los que propasan índices aprobados. En los EUA el gasto de las aseguradoras para tratar a los gordos ha subido diez veces en los últimos 10 años y el costo de seguros médicos ha subido en 47%. Podemos prever reacciones semejantes en México.

El índice de obesidad reconocido en México en la Ley contra la obesidad registra normalidad si está entre 25 y 27 para personas de estatura promedio, o entre 23 y 27 para personas de baja estatura. El índice se obtiene dividiendo el peso calculado en quilos entre el cuadrado de la altura en metros. Si el resultado es superior a 30 hay obesidad. Si sólo 18 o menos, hay desnutrición.

El aumento de los restaurantes de comida rápida y el consumo de refrescos azucarados, añadido a las comidas tradicionales que contienen muchas grasas, provocan la gordura. Si consumimos más carbohidratos o energéticos que los que gastamos en la actividad normal y el excedente se convierte en sobrepeso.

La Organización Mundial de la Salud señala que gran parte del problema está en la publicidad de los alimentos chatarra.

El doctor Abelardo Ávila, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de Nutrición Salvador Zubirán, señaló que el mexicano ha dejado atrás los maíces, cereales y leguminosa por irse a las pizzas, hamburguesas y otras comidas rápidas. El "bombardeo inescrupuloso de la publicidad incita a los niños a estilos de vida no saludables... quien nos está "enseñando a comer muy mal y en exceso con alimentos chatarra de alto contenido energético es la publicidad". Hay que enseñar a la gente a "compensar los excesos de la publicidad".

El Reglamento de la Ley General de Salud en matera de Publicidad del 2 de mayo de 2002 en su artículo 22 dice que "la publicidad de alimentos, suplementos alimenticios y bebidas no alcohólicas no deberá inducir a promover hábitos de alimentación nocivos a la salud". Es ilegal "afirmar que el producto de por sí llena las necesidades (nutritivas) del individuo... expresar o sugerir al través de personajes reales o ficticias que la ingestión del producto proporciona características o habilidades extraordinarias."

En 2007 profesores de la Universidad de Stanford hicieron pruebas a grupos de niños para determinar el efecto de la publicidad hecha por McDonald's. El resultado reveló que los niños prefirieron el sabor de los alimentos que asociaban con McDonald's. Aquellos niños que vivían en hogares con más televisores o que comían más seguido en McDonald's prefieren más el sabor de los alimentos cuando creen que éstos son de McDonald's. "En nuestro experimento investigamos cómo el gusto de los niños de preescolar es influenciado por las marcas a través de una publicidad intensa", señalaron los investigadores.

El impacto de la publicidad en los malos hábitos alimenticios de los niños ha llevado a la Organización Mundial de la Salud a reconocerla como una de las causas de la epidemia de obesidad que se vive a nivel mundial. El Instituto de Medicina de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos señala que "la mayor parte de la publicidad de alimentos dirigida a niños es de productos no recomendables para su alimentación".

La organización "El Poder del Consumidor A.C." dirigida por el señor Alejandro Calvillo, ha expresado que "el caso de México es uno de los más graves por tener...la mayor cantidad de anuncios de comida chatarra por hora en televisión, tener los más altos índices de sobrepeso y obesidad en niños y no contar con ningún tipo de regulación aplicada a la publicidad de este tipo de alimentos dirigida a niños".

No hay que olvidar que existe un Consejo Consultivo de la Publicidad, presidida por el Secretario de Salud, que vela por que haya ética en las campañas de publicidad. Hay acción popular que cualquier individuo puede ejercer contra prácticas indebidas de publicidad. Como muchos otros instrumentos ciudadanos no se usa.

La organización "El Poder del Consumidor" denunció en junio de 2007 a la empresa Kellogg's por publicidad engañosa que promueve malos hábitos alimenticios. Un par de semanas después, la empresa retiró el anuncio televisivo en cuestión. En agosto, El Poder del Consumidor presentó tres nuevas denuncias contra las empresas Nestlé y Kellogg's ante la Procuraduría Federal del Consumidor y ante la Comisión Federal Contra Riesgos Sanitarios por realizar publicidad engañosa que promovía malos hábitos alimenticios. Barcel, Bimbo, Cadbury Schweppes, Coca Cola, Gamesa, Jumex, Jugos del Valle, Kellogs's, Nestlé, Pepsi Cola, Sabritas, Sara Lee Branded, Sigma Alimentos, y otras marcas están en la mira de la mencionada organización independiente.

No se trata de debatir si la obesidad se debe a esos "alimentos", a situaciones "multifactoriales" o a hábitos tradicionales de los mexicanos para proceder a prohibir la venta de muchos de productos y golosinas chatarra y refrescos en las escuelas, donde 30% de los niños padece de sobrepeso con serias consecuencias para su vida adulta. Es responsabilidad de la autoridad tomar una acción firme sobre un tema trascendental como es la nutrición.

Las empresas que se viven de fabricar y comerciar con comida y bebidas chatarra argüirán las pérdidas de empleos que resultarían si se prohibiera la venta en las escuelas, cines y lugares públicos de sus productos chatarra. Una porción importante de esas empresas es propiedad o explota franquicias de grandes transnacionales. Pero el Gobierno está para proteger los intereses del país contra los que solamente ven "nichos" lucrativos de mercado.

Las refresqueras de México, que se cuentan entre las más antiguas y poderosas del mundo, son toleradas por nuestras autoridades con promesas de reducir paulatinamente el edulcorante de sus bebidas basado, por cierto, en fructosa de maíz importada. Las empresas panificadoras mexicanas que se identifican con los grupos internacionales ofrecerán nuevas golosinas "nutritivas". Entre tanto han de ser los propios niños los que cuiden sus hábitos de alimentación.

El 15 de febrero pasado la Secretaría de Educación Pública autorizó a las cooperativas escolares vender panes, galletas y refrescos. "No se plantea multar a las escuelas que vendan comida chatarra porque cada cooperativa escolar lo decide". Vacilante, empero, pidió a los padres de familia ayudar a que los niños no la compren mientras se analiza con la Secretaría de Salud los aspectos legislativos y jurídicos en su conjunto.

Ayer la SEP logró que se aplazara la discusión y aprobación en la Cámara de Diputados de las modificaciones a la Ley de Salud que prohibirían la venta de comida chatarra en las escuelas federales.

Juliofelipefaesler@yahoo.com

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