Huida. Uzbekos que escaparon de Kirguizstán en un campamento de refugiados en el pueblo uzbeco de Erkishlok.
La guerra interétnica entre kirguís y uzbekos ha causado en apenas cinco días el desplazamiento forzado de 200,000 personas dentro de Kirguizistán y la huida de 75,000 a la vecina Uzbekistán, afirmó un portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
"Tememos que a menos que la paz y el orden regresen, mucha más gente podría quedar rápidamente desplazada y dirigirse a las zonas rurales del país o intentar cruzar a Uzbekistán", declaró Andrej Mahecic en una rueda de prensa.
La Oficina de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos cuenta con indicios de que la violencia que se ha apoderado del Sur de Kirguizistán "no es el resultado de choques étnicos espontáneos", sino que ha sido "bien planificada y dirigida".
UZBEKISTÁN CIERRA FRONTERA El Gobierno de Uzbekistán cerró su frontera con Kirguistán, luego de reconocer su carencia de recursos para atender a los refugiados que llegan de ese país por enfrentamientos étnicos.
El vicepresidente uzbeco Abdulá Aripov aceptó que se requiere la ayuda de las organizaciones internacionales para atender a los 45 mil refugiados que ha podido registrar y que sólo incluye a adultos, pues de los niños se carece de datos.
El cierre se produce luego que la ciudad de Tashkent abrió su frontera el sábado e instaló campamentos para acoger a los refugiados, recordó un despacho de la agencia Itar TASS.
Esta cifra se agregan 2 mil 200 extranjeros que han sido transportados a sus países de origen (Paquistán, Turkmenistán y Turquía) por vía aérea, informaron autoridades de aviación civil kirguiz citadas por la agencia Ria Novosti.
Datos del ministerio de Salud uzbeco ubican en 735 a los heridos y enfermos entre los refugiados; 134 muestran lesiones por arma de fuego.