AGENCIAS Moda. Gracias a la intervención de la diseñadora Phoebe Philo, la firma Céline vuelve a ser la consentida de las revistas de moda.
EL UNIVERSAL
La industria de la moda ha sido testigo de sus propios milagros, sobre todo, cuando se ha tratado de salvar del olvido a algunas de las firmas más legendarias. Nombres como Balenciaga, Balmain, Lanvin y Givenchy resurgieron de las cenizas para acaparar las miradas de editores, fotógrafos, críticos y, por supuesto, público en general.
Este fenómeno -pocas veces visto- tiene como responsable a un novel diseñador cuya visión vanguardista se fusiona con la historia de la marca, una combinación difícil de conseguir. Muchos se han quedado en el intento y sólo creativos como Nicolas Ghesquière, Christophe Decarnin, Alber Elbaz y Riccardo Tisci, respectivamente, han salido airosos.
Ahora toca el turno a una mujer y una maison de éxito intermitente, cuya unión tiene rendidos a sus pies a los principales representantes del mundo de la moda. Se trata de Phoebe Philo y Céline, dos componentes que no pudieron encontrarse en mejor momento.
Lauren Milligan, de Vogue UK, señaló que Philo "tiene el toque del rey Midas y está caminando a pasos agigantados hacia la reinvención de la firma". El debut de Phoebe como directora creativa de Céline tuvo lugar en junio del año pasado, con la colección Resort 2010.
Tal vez, el nombre de Phoebe Philo sea desconocido para muchos, pero en el ámbito de lo chic lleva largo rato resonando. La creativa se graduó de la prestigiada escuela Central Saint Martins y sus comienzos se dieron al lado de la famosa Stella McCartney. Sí, la originaria de París pero educada en Londres trabajó al lado de la hija del ex Beatle Paul McCartney cuando ésta estuvo al frente de Chloé. En 2001, tras la renuncia de Stella, Philo tomó su lugar y sorprendió a la crítica al demostrar que es más que una asistente de diseñador.
Cinco años después, la británica dejó la marca para concentrarse en su papel de madre de familia. La noticia dejó un sinsabor en la industria, sobre todo, porque desde entonces, Chloé cayó en un estancamiento creativo del que Hannah MacGibbon, su actual líder y ex asistente de Phoebe, no la ha logrado sacar.
Pero la espera valió la pena y después de dos años de estar alejada de las pasarelas, Philo aceptó la propuesta de Bernard Arnault, presidente del grupo LVMH al que pertenece Céline, para tomar las riendas de la maison y traerla de vuelta al Olimpo de la moda.
TODO LO QUE TOCA... En Chloé, la inglesa de 37 años, puso de moda los jeans de cintura alta, los vestidos tipo baby-doll y los zapatos conocidos como wedges, elementos que continúan vigentes hasta hoy en el guardarropa de miles de mujeres.
Algo similar está sucediendo con su trabajo en Céline. Philo es la responsable de una nueva estética, con referencias masculinas, que otorga una perspectiva diferente de la fortaleza y sensualidad que caracterizan a la feminidad actual.
Para Sarah Mower, de Style.com, la diseñadora ha logrado "restaurar el estatus de la ropa de día, racional y elegante, que la recesión económica se encargó de destruir". Su punto fuerte es crear prendas que ella misma quiere lucir.
Sally Singer, directora de noticias de Vogue, asegura que lo que hace maravilloso a un desfile diseñado por Phoebe es "que no puedes recordar lo que estabas usando antes". A decir de la periodista, "una vez que observas la ropa sabes que la quieres. Se trata de un look muy utilitario, pero moderno y deseable".
La historia del diseño
Actualmente, el universo de Céline está colmado de siluetas rígidas, detalles militares, acabados minimalistas y colores neutros; sin embargo, en 1945, fue fundada como una fábrica de zapatos a la medida por Céline Vipiana.
Posteriormente, la compañía se introdujo en el mundo de los accesorios para dama y no fue sino hasta 1960 que presentó su primera colección de ready-to-wear. En 1997, la firma designó a su primer director creativo, Michael Kors, quien la posicionó entre las más deseadas de ese entonces.
Sin duda, el paso del modisto estadounidense generó gran revuelo pero al abandonar el mando, la marca se hundió en la indiferencia de la crítica y los consumidores. De acuerdo con el grupo LVMH, Céline no había podido dejar el estigma de una línea "de segunda" para situarse como un emblema del prêt-à-porter internacional, hasta ahora.
Por si esto fuera poco, The Times se ha referido a la modista inglesa como "la mujer más influyente de París".
El futuro de la maison depende del trabajo de Philo. Para que la firma continúe entre las favoritas deberá mantener a la diseñadora como su líder; pero el talento de Phoebe va más allá de dar aliento a marcas en peligro de extinción y no sería de sorprender que, al igual que Stella McCartney, le diga adiós a Céline para construir su propio dominio.