VII. La tercera toma de Torreón 3 de abril de 1914. Las tropas federales habían recuperado Torreón en diciembre de 1913. El 19 de marzo de 1914 inició el nuevo embate de la División del Norte sobre los destacamentos huertistas en la región. Primero tomaron Peronal, luego Bermejillo y Mapimí. Pese a la derrota de los constitucionalistas en Sacramento, el 22 de marzo llegaron a Lerdo y Gómez Palacio, en donde sostuvieron intensas batallas con los federales. Después de varios avances y retrocesos, el 1 de abril los hombres de Pancho Villa lograron romper la defensa enemiga y el combate se trasladó a los linderos de la ciudad de Torreón. La situación se volvió insostenible para los soldados federales, quienes bajo las órdenes de Benjamín Argumedo, evacuaron la plaza la tarde del 2 de abril. Al día siguiente, nuevamente el general Villa entró de forma triunfal a Torreón, que era tomada por él por segunda vez.
La región fue un escenario de primer orden en el levantamiento armando de 1910. Estas son algunas de las principales hazañas.
VIESCA
I. La revuelta magonista
24-25 de junio de 1908. Un grupo de militantes del Partido Liberal Mexicano -fundado por los hermanos Flores Magón en 1906-, encabezados por León Ibarra y José Lugo, tomaron por asalto la villa de Viesca al grito de “¡Viva la Revolución!” y “¡Viva el Partido Liberal!”. En cuestión de horas ocuparon el Palacio Municipal, el Banco de Nuevo León y la casa del jefe político, liberaron a los presos y destruyeron las vías del ferrocarril para retrasar el arribo de las fuerzas federales. Aunque lograron constituirse como autoridades del poblado, esta acción fue efímera, pues pronto las tropas porfiristas reprimieron el movimiento. Algunos de los alzados fueron fusilados y otros enviados a las prisiones de Torreón y Monterrey. Este hecho es el antecedente más importante de la Revolución en la Laguna.
SAN PEDRO
II. ‘La sucesión presidencial en 1910’
20 de diciembre de 1908. El acaudalado empresario parrense, Francisco I. Madero, que por entonces vivía en San Pedro de las Colonias, entregó a Serafín Alvarado el borrador de su libro para su impresión, que tuvo un costo de tres mil pesos. En su obra, Madero refiere, entre otras muchas cosas, que “en las actuales condiciones un esfuerzo en el terreno de la Democracia podrá salvarnos todavía. Más tarde, sólo las armas podrán devolvernos nuestra libertad, y por dolorosa experiencia sabemos cuán peligroso es tal remedio (…). Luchemos, pues, con resolución y serenidad para demostrar la excelencia de las prácticas democráticas, asegurar para siempre nuestra libertad y consolidar definitivamente la paz; la paz de los pueblos libres que tiene por apoyo la Ley”. En “La sucesión…” se deja ver el pensamiento político de quien luego se convertiría en uno de los principales caudillos de la Revolución.
GÓMEZ PALACIO
III. El levantamiento armado 20 de noviembre de 1910. En atención al llamado a las armas que hizo Francisco I. Madero en su Plan de San Luis, un grupo de nueve decenas de hombres, liderados por Orestes Pereyra, Sixto Ugalde, los hermanos Gregorio y Melesio García, Jesús Agustín Castro, Dionisio Reyes, Jesús Flores, Carlos Cervantes, Martín Triana, Enrique Adame, Ezequiel Guillén, Feliciano González y Juan Esquivel, se reunió en las ruinas de la hacienda de Santa Rosa, en donde se armaron para iniciar el ataque revolucionario en la región. Asaltaron primero la comandancia de Policía de Gómez Palacio, en donde liberaron a los presos y se hicieron demás armas. Posteriormente saquearon una ferretería para luego dirigirse a Lerdo. En el “Puente Blanco” fueron atacados y dispersados por fuerzas federales del destacamento de Torreón. La revuelta de Gómez Palacio marcó el comienzo de la Revolución en la Comarca Lagunera. TORREÓN IV. La primera toma de Torreón 15 de mayo de 1911. En cuestión de meses, las tropas revolucionarias se fortalecieron en la región. El 16 de abril de 1911 el contingente encabezado por Jesús Agustín Castro tomó Nazas, Durango. El 9 de mayo se libró una batalla en las inmediaciones de Gómez Palacio y Torreón, en donde las fuerzas rebeldes fueron repelidas. No obstante, los refuerzos no demoraron en llegar, bajo el mando de Sixto Ugalde, Gregorio García, Orestes Pereyra y Benjamín Argumedo, quienes sitiaron Torreón. La madrugada del 15 de mayo, frente al incesante asedio revolucionario, Emiliano Lojero, jefe de las fuerzas federales en esta ciudad, emprende la retirada por el cañón del Huarache. Por la mañana el ejército “libertador” entra en Torreón, en donde los milicianos se entregaron al saqueo de las viviendas de los partidarios del régimen y a la destrucción de oficinas gubernamentales. Los rumores de que algunos integrantes de la comunidad china habían abierto fuego contra los rebeldes motivaron una sangrienta masacre que acabó con la vida de 303 asiáticos, quienes se habían refugiado en el Banco Chino. Los desmanes continuaron durante días, hasta que Emilio Madero, hecho a la sazón jefe de la segunda División del Norte, impuso el orden entre las tropas. V. La ‘decena trágica’ lagunera Del 20al 31 de julio de 1913. Con el asesinato del presidente Madero el 22 de febrero de 1913 y el ascenso al poder de Victoriano Huerta, las hostilidades se reanudaron en todo el país. En la Comarca Lagunera, las fuerzas revolucionarias, comandadas por Orestes Pereyra y Calixto Contreras, libraron encarnizadas batallas contra el ejército huertista durante diez días en las inmediaciones de Torreón. Se calcula que los enfrentamientos dejaron alrededor de 400 muertos. Debido a la férrea defensa de la ciudad, encabezada por Ignacio Bravo, los rebeldes se retiraron el primero de agosto. VI. La segunda toma de Torreón 1-2 de octubre de 1913. Francisco Villa llegó a finales de septiembre. Luego del ataque a la Hacienda Avilés, que fue tomada por las tropas revolucionarias -hecho que orilló al general huertista Felipe Alvírez en la cabeza-, todos los jefes de este irregular ejército - ahora llamado constitucionalista- se reunieron en la Hacienda de La Loma el 30 del mismo mes para acordar sujetarse bajo un solo mando, el cual recayó en el heneral Villa, quien inmediatamente ordenó asediar a las tropas federales que se encontraban en la ciudad de Torreón. Luego de intensas horas de combates y antes la superioridad de los constitucionalistas, las fuerzas federales, entre las cuales ya figuraba el ex revolucionario Benjamín Argumedo, evacuaron Torreón el primero de octubre de 1913. A la media noche de ese día, Villa con su ejército comenzó a hacer su entrada triunfal por la ciudad. Esta fue la primera de tres tomas que el general duranguense llevó acabo en la llamada 'Perla de la Laguna'. VII. La tercera toma de Torreón 3 de abril de 1914. Las tropas federales habían recuperado Torreón en diciembre de 1913. El 19 de marzo de 1914 inició el nuevo embate de la División del Norte sobre los destacamentos huertistas en la región. Primero tomaron Peronal, luego Bermejillo y Mapimí. Pese a la derrota de los constitucionalistas en Sacramento, el 22 de marzo llegaron a Lerdo y Gómez Palacio, en donde sostuvieron intensas batallas con los federales. Después de varios avances y retrocesos, el 1 de abril los hombres de Pancho Villa lograron romper la defensa enemiga y el combate se trasladó a los linderos de la ciudad de Torreón. La situación se volvió insostenible para los soldados federales, quienes bajo las órdenes de Benjamín Argumedo, evacuaron la plaza la tarde del 2 de abril. Al día siguiente, nuevamente el general Villa entró de forma triunfal a Torreón, que era tomada por él por segunda vez. SAN PEDRO VIII. La toma de San Pedro 12 de abril de 1914. Tan pronto como Villa consumó su segunda toma de Torreón, inició los preparativos para atacar al bastión federal en San Pedro de las Colonias, en donde comandaban Javier de Moure y Arnoldo Casso López. El 3 abril inició el traslado de las tropas revolucionarias de Torreón hacia San Pedro. La batalla comenzó el 5 abril y se prolongó durante los seis días siguientes. La madrugada del 12, las tropas de Villa emprendieron el ataque final. Los federales, en un intento desesperado, intensificaron las cargas de artillería y ordenaron escaramuzas de la caballería, pero sus empeños no rindieron frutos. La noche de ese mismo día, en medio de incendios y humaredas, las fuerzas huertistas abandonaron San Pedro, cargando a sus espaldas una derrota que parecía definitiva en el Norte de la República. TORREÓN IX. La cuarta toma de Torreón 22 de diciembre de 1916. Francisco Villa se encontraba en plena huida. Las tropas de Carranza, antiguo aliado del Centauro del Norte, y una brigada norteamericana, emprendieron una persecución luego del famoso asalto a Columbus, Nuevo México. En diciembre, de forma sorpresiva, las tropas villistas tomaron Gómez Palacio. Desde Torreón, los carrancistas atacaron con cañones las posiciones del general. El día 22, Villa descarga sobre Torreón un fulminante ataque. Al tomar la ciudad, pide a los pudientes un ‘préstamo’ de 2 millones de pesos. Este es el último hecho de la Revolución en Torreón.
