Unos 8,500 aficionados asistieron al estadio Tívoli, en el Oeste de Austria, para presenciar el sufrimiento que pasó España para derrotar a Arabia Saudita, selección que no asistirá a la Copa del Mundo. (AP)
La selección española cosechó dudas en el primer amistoso camino al Mundial de Sudáfrica 2010, con un triunfo alejado de la brillantez de su futbol habitual, en un encuentro que salvó sobre la hora un cabezazo de Fernando Llorente (3-2) y que como nota más positiva dejó el regreso de la mejor versión de Andrés Iniesta.
Regresó la selección española al estadio donde inició el camino hacia la gloria de la Eurocopa. El coqueto nuevo Tívoli donde la Roja lanzaba un mensaje al mundo, ante Rusia y Suecia, para fulminar fantasmas del pasado y convertirse en un equipo ganador. Entre montañas del Tirol, un grupo de futbolistas retocado por Vicente del Bosque, inició el camino hacia el gran reto, el Mundial.
Y lo hizo sembrando dudas en el comienzo. De la misma forma que en aquella Eurocopa con el primer amistoso -en Huelva ante Perú-. Desajustes, piernas agarrotadas por la carga física de la primera semana tras una dura temporada, una ambición rebajada por ser amistoso. Factores que unidos provocaron un extraño arranque. Con España sin superar la línea de presión del rival y Arabia Saudí reivindicando calidad técnica en el trato con el balón.
No se había cumplido el primer minuto y una cesión de Sergio Ramos a Iker Casillas acabó en córner. Síntoma de desconcentración. Del Bosque había apostado por un equipo que perfectamente puede iniciar el Mundial. Con cinco centrocampistas, gracias a la ausencia de Fernando Torres, y la novedad principal en el lateral izquierdo. Álvaro Arbeloa, más fresco físicamente, sentó a Joan Capdevila.
España despertaría cuando sus 'jugones' del centro del campo se adueñan del balón. Para ello, fue clave la movilidad de David Silva. Su aparición entre líneas. Y sobre todo la recuperación del mejor Andrés Iniesta. Gana en autoestima y ritmo para dejar en el olvido sus problemas musculares del final de temporada.
Sin encontrar el camino hacia la portería rival, la sorpresa saltó cuando una mala salida de Iker Casillas en un saque de esquina, lo cabeceó a la red el central Osama a los 16 minutos. El capitán hacía años que no sentía tanta presión. La llegada de Víctor Valdés a la selección aumenta la competencia y debe responder en el campo, recuperar el mejor de sus niveles.
No era un espejismo, poco antes se había visto superado Casillas tras un fallo en el repliegue de Gerard Piqué. Al Numare con todo a su favor, disparó al lateral de la red. Para ganar no le valdría con el nombre a España.
Del Bosque dejó en la banca a Cesc Fábregas y Fernando Torres.