Ahora el comentario se hará acerca de la sandía (Citrullus lanatus Thunb) que es un fruto no climatérico y por tanto, para conseguir un grado de calidad óptimo el fruto debe recolectarse cuando está completamente maduro. La mancha de suelo (la porción del fruto que descansa sobre la tierra) cambia de blanco pálido a amarillo cremoso en el estado apropiado de corte. Otro indicador de cosecha es el marchitamiento (no la desecación) del zarcillo más próximo al área de contacto entre la fruta y el pedúnculo. En los cultivares con semillas, la madurez se adquiere cuando desaparece la cubierta gelatinosa (arilo) que rodea a las semillas y la cubierta protectora de éstas se endurece. Los cultivares varían ampliamente en cuanto a sólidos solubles en la madurez. En general, un contenido de al menos 10% en la pulpa central del fruto es un indicador de madurez apropiada, si al mismo tiempo la pulpa está firme, crujiente y de buen color.
Los frutos deben ser simétricos y uniformes y la apariencia de la superficie cerosa y brillante. No deben presentar cicatrices, quemaduras de sol, abrasiones por el tránsito, áreas sucias u otros defectos de la superficie. Tampoco evidencias de magullamiento.
La sandía es una planta de la familia de las cucurbitáceas. De origen africano, hoy se cultiva muy extensamente por su fruto, una pepónide de enorme tamaño muy apreciada en gastronomía. Es una fruta muy refrescante, rica en agua y en sales, es muy importante en las dietas de adelgazamiento por contener muy pocas calorías.
El 90% de su contenido es agua, así que es perfecta para los estados de sed intensa. Además, aporta gran cantidad de vitaminas A, C y E. Su pulpa es roja y su piel verde tiene múltiples semillas que se esparcen en su interior. Éstas son comestibles y en algunos países las emplean para fabricar aceite de uso industrial. Procede de África tropical y se le atribuyen propiedades desinfectantes. Existen más de 50 variedades y todas éstas se dan en climas templados.
Es una fruta con dosis pequeñas de energía, por lo que debe consumirse en grandes cantidades. Su característica más significativa es que aporta agua, por eso es interesante utilizarla no sólo como alimento sólido, sino también como líquido. Resulta bastante difícil saber cuándo una sandía está en su punto para ser ingerida porque la mayoría de las veces hay que abrirla y probarla; sin embargo, existen ciertas características que te pueden ser útiles, por ejemplo: fijarse que debe estar firme, pesada y poco brillante; así mismo se sabrá cuándo ha alcanzado un punto máximo de maduración, si golpea su superficie con los dedos y emite un sonido hueco. Esto indicará que la fruta está llena de agua y que puede ser consumida.
Hay que evitar aquellas sandías que estén blandas o se encuentren con fracturas en su superficie. Si se adquiere muy verde, se le debe dejar a temperatura ambiente mientras madura por unos cuantos días. Si se desea aprovechar todas las facultades de esta deliciosa fruta se debe tomar en ayunas y fuera de las comidas, ya que tiende a fermentarse.
La dieta de la sandía es muy efectiva, por ello se podrá bajar de peso sin pasar hambre. Las propiedades de la sandía para adelgazar, permitirán desintoxicar el organismo y perder alrededor de 3 a 4 kilos. No se olvide que este plan sólo debe hacerlo durante 5 días.
Las propiedades de la sandía para adelgazar, están determinadas por su alto poder de saciedad, ya que tiene un alto contenido de agua, 80%, y una baja cantidad de calorías, 30 calorías por 100 gramos. Por tal razón, la dieta de la sandía es una dieta ideal, para bajar de peso rápidamente.
Consejo: Esta dieta no deberá ser realizada por mujeres embarazadas, niños, ni personas con problemas hepáticos. Recuerde que ante cualquier duda, debe consultar con el médico.