La verdad sobre la publicidad subliminal

La sociedad cada vez está más influenciada por la publicidad. Los negocios destinan millones de pesos al mes para lograr el posicionamiento de sus marcas, de modo que sus productos sean los más reconocidos en el mercado y se apoyan en los mensajes subliminales para quedarse en el subconsciente de los consumidores.

¿Existe?

“Definitivamente sí existe”, explicó Blanca Nancy Menchaca, quien trabaja en una agencia de publicidad que maneja importantes marcas comerciales de la región como asesora en el área de Mercadotecnia.

Señaló que al inicio, el principal objetivo era lograr que el producto se vendiera pero en la actualidad la competencia entre las marcas es tal que ya también se trata de el lugar que se tiene ante los demás productos del mismo concepto.

“Ahorita estamos luchando más por el posicionamiento que en sí por la venta”.

Dijo que al momento de utilizar imágenes o sonidos en forma discreta, el cerebro tiende a captarlo en el plano subconsciente, de manera imperceptible, pero que en algún momento sale y ésta es la principal herramienta del publicista, que cuando se presente la oportunidad, el cerebro mande la información y se compre un determinado producto.

¿Qué es?

La publicidad subliminal surge en forma oficial en 1956 en Nueva Jersey cuando James Vicary intercaló dos fotogramas en una película, uno era un anuncio de un refresco y el otro una foto de unas palomitas de maíz. Esto provocó un incremento en la venta de refrescos y de palomitas.

Por lo general, intenta recrear situaciones agradables y se suelen utilizar cuestiones sexuales. En algunos lugares está prohibida la publicidad subliminal, pero la realidad es que se observa en casi todos los anuncios visuales.

Los especialistas consideran publicidad subliminal todo aquel mensaje audiovisual que se emite por debajo del umbral de percepción consciente y que incita al consumo de un producto. También es aplicable a aquellos mensajes visuales que contienen información que no se puede observar a simple vista.

Sociólogo

Lerins Varela Castro, sociólogo e investigador de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C), explicó que esta publicidad puede alterar la conducta de los individuos.

Otro aspecto es el de la repetición, pues la publicidad tiende a bombardear a la gente con un mismo mensaje hasta que se consiga el objetivo.

“Lo subliminal es algo que está escondido y que te hacen llegar de un momento a otro, hay publicidad abierta que sigue siendo considerada como subliminal porque incluso un anuncio de cerveza ya no tiene que decir nada, el anuncio propone un paisaje pero el mensaje es visual y la gente lo capta”, comentó.

Campañas

Menchaca explicó que en ocasiones se observan imágenes o sonidos en forma muy rápida, lo cual es difícil de “digerir” en el momento para la persona, pero ello permanece en el subconsciente y al hacer su compra, puede ser un determinante para elegir un producto sobre otros.

“Tienen un efecto que sí funciona”.

“Deja por ahí la semillita que en algún momento va a despertar, no te lo esperas en el momento porque no es algo que percibes conscientemente pero se guarda y aparece en la oportunidad de consumir el producto, al momento no te das cuenta porque no lo necesitas, pero sale cuando ya es necesario”, manifestó Menchaca.