Durango

La vida en 152 años del Panteón de Oriente

La primera tumba del panteón pertenece a Ruperto Aragón; falleció en 1861.

Leyendas. La Rotonda de los Hombres y Mujeres Ilustres de Durango es fuente de historias de actividad paranormal.

Leyendas. La Rotonda de los Hombres y Mujeres Ilustres de Durango es fuente de historias de actividad paranormal.

Carolina Heredia

Su cantera está cubierta por la tierra y maleza, rodeado por una reja negra, y aun con la soledad de incontables años, se lee la escritura que da la impresión de una época muy antigua. Así perdura el sepulcro de Ruperto Aragón, el primer hombre enterrado en el Panteón de Oriente; falleció el 24 de abril de 1861.

En su tumba está grabado el 2 de abril del mismo año como su fecha de fallecimiento; quién sabe hace cuánto nadie visita el sepulcro que está junto a la barda que colinda con el Instituto Estatal del Deporte (IED). A su lado está otra tumba, cuya escritura ya no es clara.

Ésta no es la única tumba con casi 150 años de antigüedad; como la de una persona llamada El Sor J.M. Baguet, en cuya tumba no hay leyenda alguna que indique su procedencia, edad o fecha de muerte; pero se encuentra en el Panteón Inglés, donde yacen también franceses. Su apellido da la impresión de ser de esta última nacionalidad.

La tumba fue visitada hace dos años, luego de muchos otros en soledad; desde entonces nadie más ha depositado una flor.

Esta experiencia será histórica en el cementerio si se considera que el 30 por ciento de las lápidas está abandonado. Nadie las visita.

OLVIDADAS

El Panteón de Oriente nació como tal en 1858; tiene 152 años de vida y las tumbas del panteón viejo están por cumplir 150 años.

El administrador del cementerio, Jesús de la Torre, citó que en el lugar están sepultadas 270 mil personas, distribuidas en 16 cuadros y 17 manzanas.

La venta de lotes terminó hace tres años y, aun con la gran cantidad de cuerpos, aclara que todavía hay lugar para darle descanso a casi la misma cantidad, pues los lotes se encuentran al 50 por ciento de su capacidad.

Jesús de la Torre afirma que el 30 por ciento de las tumbas está abandonado.

En el Panteón de Oriente se cuentan al menos 800 extranjeros, entre ingleses, franceses, italianos, norteamericanos, un israelita, árabes y chinos.

Ingleses y norteamericanos se concentran en el Panteón Inglés; las personas de procedencia china, aunque son la mayoría, están regadas entre las demás tumbas, en cualquier sitio del panteón. Ellos vinieron a Durango con fines comerciales.

En el panteón viejo, por ejemplo, descansan José Wong y Rafael Loyung, entre otros comerciantes cuyas tumbas no son visitadas, de los cuales incluso se sabe que les sobrevive descendencia.

El entrevistado explica que sobre las tumbas olvidadas "no se puede hacer nada, son propiedad privada".

No tienen la posibilidad de ser restauradas, o bien, reparadas, pues son muchas las del panteón viejo que se encuentran en mal estado, quebradas, con señales de vandalismo, y otras, deterioradas por el paso del tiempo.

Aclara que los espacios no se reutilizan, aunque pasen más de cien años abandonadas. Hay varios casos.

LA ROTONDA

El mausoleo de la Rotonda de los Hombres y Mujeres Ilustres de Durango se edificó en 1871; tiene 70 espacios y alberga los cuerpos de destacados en la política, guerra o trayectoria artística, así como de la alta sociedad de la época.

Algunos de los personajes que reposan ahí son Felipe Pescador (1880-1992), Francisco González de la Vega (1861-1976), Isauro Venzor (1888-1944) y Francisca "Fanny" Anitúa (1887-1968).

Yacen los restos de miembros de la familia Pérez Gavilán.

En la iglesia de San Diego de Navacoyán, en la hacienda del mismo nombre, están enterrados varios integrantes de esta familia; la tumba más antigua se fechó en 1832.

INGLESES Y FRANCESES

Una de las zonas más antiguas del recinto es el Panteón Inglés; se ubica junto a la pared que da a prolongación Pino Suárez. Esta área fue exclusiva de los exploradores de Inglaterra y Estados Unidos que trabajaron en el Cerro de Mercado y en las minas de oro y plata; después vinieron a la Nueva Vizcaya personas de Arabia, Francia, Italia y China; también hay algunas tumbas de estas nacionalidades.

Allí descansan los restos de Marcos Ison, quien en vida fungió como gerente del cerro, impulsor de la industria del metal en Durango y sacó el primer lingote de fierro vaciado el 16 de enero de 1858.

Cercana a su tumba se encuentra la del coronel August Rodín y otros difuntos con títulos militares.

Uno de los sepulcros franceses más visitados por quien va de paso es el de Aguste Cazón, fallecido en 1913, llamativo por su arquitectura.

LUJOSAS MORADAS

El Panteón de Oriente aloja al Museo de Arte Funerario Benigno Montoya, nombre del reconocido escultor que edificó angelitos y capillas con cuidados y preciosos detalles.

En el cementerio se observan capillas neogóticas que albergan los restos de las familias más importantes de la Colonia en la Nueva Vizcaya.

Una de ellas es la capilla de la familia Saravia; a decir Jesús de la Torre, los difuntos aún reciben visitas.

Otra de las capillas más emblemáticas y conservada en perfecto estado es la de la familia Escárzaga, edificada en 1893 y que consta de cinco lotes, con sus respectivas gavetas.

Los estilos arquitectónicos del panteón son el neogótico y el ecléctico porfiriano.

HÉROES DE GUERRA

Entre las tumbas comunes de pronto se asoman algunas antiguas, talladas en cantera y con insignias del Ejército en forma de óvalo; son los sepulcros de los duranguenses que pelearon en la Revolución Mexicana y en la Guerra de los Cristeros.

A Rogan Palma, caído en 1891, le edificaron una tumba de homenaje por su aniversario luctuoso número 25.

El 10 de marzo de 1925 murió el coronel José Montoya.

El 20 de noviembre de 1910 luchó en la zona serrana de Santiago Bayacora el cadete Ismael Lares y falleció el 27 de octubre de 1926.

El 2 de diciembre de 1926 falleció en campo de fuego, en Tepehuanes, Natalio Alvarado, a quien le dedicó la despedida el general Páez. A unos metros de su tumba está la del mismo general Páez.

Al general Brigadier le dedicó el Ejército un último homenaje grabado en su tumba en 1927, dedicado también por sus hermanos masones, un luchador de la Guerra de los Cristeros.

En 1981 fue enterrado el sacerdote José de Jesús Contreras; su morada es una de las más grandes, hecha de cantera. Al hombre se le atribuyen muchas obras, entre la caridad y la lucha por la comunidad. La Administración del panteón comentó que al padre no lo visitan familiares; no se sabe desde cuándo, pero su tumba siempre tiene flores de sus devotos.

Influenza

En octubre de 1918 fueron enterradas 80 personas en el Panteón de Oriente; fallecieron a causa de la epidemia mundial de influenza española.

Anónimos

Sin una zona especial, están enterradas personas que pelearon en la Revolución Mexicana y en la Guerra de los Cristeros, a quienes se aprecia aún reciben ofrendas.

Abandono

Sobre las tumbas abandonadas nadie puede hacer nada, así estén destruidas, son propiedad privada. Nadie puede repararlas.

Historia de la fundación del Panteón de Oriente

Como fecha aproximada, en 1858, Juan Nepomuceno Flores donó 20 hectáreas para la construcción del Panteón de Oriente a la entonces Nueva Vizcaya. Cabe recordar que fue hasta el 8 de julio de 1562 cuando la ciudad se fundó como Victoria de Durango.

Ese mismo año Bernardo Georgy cedió la cantera del cerro de Tapias para la construcción de la estructura del cementerio.

Se formó el primer patronato para la construcción; en aquel tiempo, la aportación más alta fue de mil pesos y cooperaron Dolores Giraldo, Felipe Pérez Gavilán, Ladisdao López Negrete, Juan Holgaría, Juan Juambelz, Tomás Chávez, Juan Francisco Escobar, Rafael Peña, Jesús Arritola, Juan de Dios Palacios, María López y Manuel Pérez Gavilán. Otros miembros de la sociedad aportaron 100, 50 ó 20 pesos; el costo total del panteón fue de 100 mil 200 pesos.

En 1873 se construyó la capilla, mejor conocida como El Descanso; costó mil 280 pesos.

En 1947 el Ayuntamiento municipal compró ocho hectáreas más para el panteón; se pagaron 425 pesos por cada una.

De 1860 a 1947 los lotes costaron 12.50 pesos cada uno.

Aunque Juan Nepomuceno no fue enterrado en el Panteón de Oriente, tiene un lote, el número 110, una extensión de terreno amplia, en forma de círculo, la huella física de la donación hecha por el hombre.

Leer más de Durango

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Durango

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Leyendas. La Rotonda de los Hombres y Mujeres Ilustres de Durango es fuente de historias de actividad paranormal.

Clasificados

ID: 572233

elsiglo.mx