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La vinculación entre la escuela y el mundo laboral

ROLANDO CRUZ GARCÍA

Una de las asignaturas pendientes en educación, es la que se refiere al logro de una real y provechosa relación entre el ámbito educativo y el mundo laboral. Lo anterior puede constatarse en expresiones coloquiales, tales como: "lo laboral lo aprendes hasta que terminas tu carrera, "la escuela no te enseña lo que tienes que hacer en el trabajo, eso lo aprendes sobre la marcha", "en donde realmente aprendes es en el trabajo", etc. Desafortunadamente tales expresiones tienen mucho de cierto, ya que hemos constatado que existe una profunda desvinculación entre el mundo escolar y el laboral.

Para contrarrestar dichas afirmaciones, es necesario crear puentes de comunicación y de colaboración mutua entre el sector educativo y el sector laboral y productivo; no sólo se trata de tener en las instituciones de educación superior sendos departamentos de vinculación y extensión con el sector productivo, que normalmente realizan actividades adjetivas (servicio social, prácticas y visitas en las empresas, etc. lejanas de las funciones sustantivas que debieran generar.

Otra perspectiva que nos es útil para contrarrestar dicha desvinculación, es la de considerar al sector laboral como una importante área de formación permanente del personal que ya se encuentra en funciones. En este sentido se ha subrayado que existe un aumento significativo en la demanda de educación para los adultos, al grado de calificarla como una verdadera necesidad actual.

La educación de adultos adopta formas múltiples, como son la formación básica en un marco educativo extraescolar, la inscripción con dedicación de tiempo parcial en universidades, los cursos de idiomas, la capacitación profesional y la actualización de conocimientos en áreas específicas como la informática, los sistemas de aprendizaje abiertos y la formación a distancia.

Así como el tiempo consagrado a la educación se prolonga durante toda la vida, los espacios educativos y las ocasiones de aprendizaje tienden a multiplicarse. Nuestro entorno educativo se diversifica y la educación rebasa los sistemas escolares y se enriquece con la contribución de otros factores sociales.

El mundo laboral es también un importante espacio educativo, por ser el lugar en el que se adquieren un conjunto de conocimientos técnicos que es necesario que se reconozcan como un importante valor formado en el trabajo. Existen incluso importantes consorcios que ofertan ahora educación profesional con perfiles deseables para las grandes empresas, por ejemplo la Mc Donald University, La Ford University, La Universidad LaLa - Tec Milenio (en México), etc.

La experiencia adquirida en el ejercicio de una profesión y su reconocimiento por parte del sistema educativo, podría establecer, sistemáticamente, conexiones entre la universidad y la vida profesional con la finalidad de ayudar a quienes deseen ampliar sus conocimientos y al mismo tiempo completar su formación.

El reto es ¿cómo compenetrar la escuela y el mundo del trabajo? En este sentido, la enseñanza y el trabajo deben ser responsables del desarrollo y la realización de los sujetos; es por ello que actualmente no se justifica que las personas, llegando a una determinada fase de su vida, se inmovilicen por completo; dejando de desarrollar una serie de virtudes individuales, que mucho contribuirían al bien personal y social.

La escuela y el mundo laboral deberán compenetrarse asumiendo cada cual sus responsabilidades: la primera debe proporcionar una enseñanza igualitaria, entendiéndola como aquella que proporcione las mismas oportunidades a todos los actores involucrados en el trabajo y que ello valorice el recurso humano. El segundo, debe humanizar las condiciones del trabajo, de tal modo que sea un elemento enriquecedor para las personas.

Es indispensable además, tener en cuenta los aspectos técnicos y económicos del trabajo y dar mejores calificaciones a los trabajadores, lo que sin duda contribuirá a que se sientan realizados, logren mayores competencias, más conciencia de sus deberes y derechos y finalmente mayor productividad.

Para propiciar el estudio, bajo la perspectiva de la educación permanente (en contraposición a la debilidad de la pedagogía tradicional), el hombre deberá insertarse de manera consistente en la dinámica educativa continua; para esto es necesario concebir a la ciencia como el lugar en donde reside lo razonable y que es el resultado de la conjunción entre la profundidad teórica y el conocimiento práctico.

Sin duda que este planteamiento nos impulsa a buscar nuevas alternativas, pues como es ya sabido no podremos enfrentar nuevos problemas con viejos paradigmas.

La renovación del sistema escolar en el nivel superior, exige la presencia de profesores con características bien definidas: con una profunda visión prospectiva, insertos en la dinámica escuela - proyecto, comprometidos con el proceso de educación permanente, canalizadores de un sistema real de valores y con una renovada filosofía educativa.

Por todo lo anterior la vinculación, no sólo es posible y deseable, sino urgente y necesaria para lograr nuevas implicaciones en un nuevo proyecto de sociedad humana, donde se den reformas, equilibrios y transformaciones. Transformar a la escuela para lograr impactar positivamente en el mundo laboral y profesional, es vital para todos.

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