Proceso. Una víctima de agresión puede adentrarse en el mundo de las adicciones.
La definición "circulo vicioso" alcanza nuevos niveles al plantearse a la violencia como uno de los factores más comunes y menos mencionados de la drogadicción, y ésta última como causa fundamental de la propia violencia.
CAPACITACIÓN Trabajadores de la Procuraduría General de Justicia participaron en el curso "Adicciones y Salud Mental", organizado por el Instituto de Salud Mental del Estado de Durango (ISMED).
"Uno de los objetivos centrales fue entender el problema de las adicciones desde el punto de vista multidisciplinario, los cambios a las leyes de narcomenudeo obligan y exigen a que la gente de procuración de justicia tengan conocimientos básicos en el tema", compartió Manuel Salazar Enríquez, jefe de Enseñanza del Hospital de Salud Mental.
REACCIÓN EN CADENA
El médico especialista ofreció una breve pero ilustrativa "radiografía" del proceso que puede llevar a una victima de agresión a adentrarse en el mundo de las adicciones y en casos extremos a quitarse la vida.
"El problema central al que se enfrenta una victima es el síndrome de estrés pos traumático, una lesión psicológica que aparece días o meses después de haber sufrido alguna agresión física o psicológica como un asalto una violación, un secuestro, etc".
SÍNTOMAS Y SUS TERRIBLES CONSECUENCIAS "Los cambios que se dan son alteraciones en el sueño, en la alimentación síndrome paranoico de temor extremo... es un proceso que desgasta terriblemente a la familia, se requieren terapias a largo plazo tanto para la victima como para los familiares de la misma, puede predisponer a depresiones severas que incluso pueden llevar al suicidio o bien a la drogadicción", sentenció Salazar Enríquez.
POSIBILIDADES DE SALVACIÓN
El entrevistado confesó que las posibilidades de ayudar a quienes padezcan estos síntomas "dependerán mucho de la detección temprana y cuando el adicto cuenta con redes de apoyo (familiar y laboral) y cuando es tratado por verdaderos profesionales en la materia. Si se reúnen esos requisitos las posibilidades son altas, lamentablemente los adictos buscan ayuda después de cinco o seis años de haber iniciado el consumo y ya para entonces presentan daños cerebrales que hacen más difícil su recuperación", agregó.
ESTRAGOS DEL SILENCIO
En este sentido, la importancia de romper el silencio y solicitar ayuda especializada alcanza niveles vitales. "Desgraciadamente en la mayoría de los casos, las víctimas prefieren quedarse calladas, ya sea por temor a represalias o por que ya no quieren saber más del asunto", apunto Salazar.
ALERTA Y aunque en Durango existen centros especializados que pueden garantizar atención profesional (Dos Centros de Atención Nueva Vida, el Centro de Integración Juvenil y el Hospital del ISMED), el entrevistado afirmó que tras las reformas a las leyes del narcomenudeo, dichos espacios serán insuficientes.
"Debe tomarse con mucha reserva porque se supone que todas aquellas personas que sean detenidas con una cierta cantidad de droga deberán ser llevados a tratamiento medico, sin embargo una de las realidades es que el Estado no cuenta con la infraestructura necesaria para atender a todo el número de adictos, por lo que deberán liberarse recursos a la par para la construcción de centros de tratamiento especializados y evitar que estos adictos caigan en lugares no profesionales y que entonces terminen sufriendo otra clase de vejaciones a sus derechos humanos", dijo.
