El pasado martes 4 de mayo, en dos foros muy distintos, los secretarios de Gobernación, Fernando Gómez Mont, y Seguridad Pública, Genaro García Luna, emitieron predicciones contradictorias sobre el futuro de la violencia en México: el primero, aseguró que todo es cuestión de días, para que empiece a disminuir; el segundo, señaló que tardará años.
De acuerdo a lo expresado en los respectivos foros y a las declaraciones de funcionarios norteamericanos que participan o siguen de cerca la colaboración de su país con el Gobierno mexicano, la creciente violencia continuará todavía por algunos años. Sin embargo, no es posible dar por hecho que, de acuerdo a los pronósticos de García Luna, ésta empiece a disminuir en 2014, pues esto implica asumir que el tiempo es el único factor determinante, sin importar la solidez de las instituciones que implementan el combate ni la eficacia y eficiencia de la estrategia de combate.
Gómez Mont participó, junto a la secretaria de Seguridad Interna del Gobierno norteamericano Janet Napolitano, en una mesa redonda en el Instituto Brookings, en Washington, ante una audiencia integrada por periodistas y académicos y, al ser cuestionado por el moderador de la misma, E. J. Dionne, sobre cuándo se verían los resultados de la lucha contra el crimen organizado, respondió: "La perseverancia es muy importante... Creemos que el ciclo de la violencia va a disminuir en algún momento del próximo mes, porque al menos la celebración de la violencia está disminuyendo. Creemos que vamos a ver una disminución de las cifras tal vez a fines de este año y luego será una curva sostenida por un proceso institucional que hará de esto una cifra estable".
El funcionario argumentó que las acciones gubernamentales han logrado debilitar a los cárteles de la droga y que además éstos se han enfrascado, "...en un proceso muy autodestructivo. Hoy, la mayor parte de la violencia es producto de los enfrentamientos que se dan entre ellos." Inmediatamente después, intervino Napolitano para señalar que la lucha contra los cárteles de la droga, "es un maratón y no una carrera de corto recorrido."
Por su parte, García Luna participó, en la Ciudad de México, en un foro organizado por la Agencia de noticias inglesa, Reuters, sobre Inversión en América Latina, y afirmó que teniendo en cuenta las experiencias de los gobiernos que se decidieron a enfrentar a los grupos del crimen organizado en el pasado, se podía esperar que el crecimiento de la violencia podría durar hasta 2014.
De acuerdo a un cable difundido por la misma agencia, el funcionario señaló: "En el caso de Italia, en el caso de Colombia, Nueva York y Chicago, la curva duró seis años en promedio (...) en Italia duró casi siete años. (Es) la curva a partir de que se enfrenta el fenómeno de manera específica. En todos los casos, el promedio (de tiempo para controlar a bandas criminales) son de seis a ocho años". La misma nota señala que el funcionario "aclaró que esperaría que fuera menos para el caso de México."
De acuerdo a información publicada en el portal del diario El Universal, el miércoles 5 de mayo, el titular de la Agencia Antidrogas Norteamericana (DEA), Anthony Plácido señaló, en línea con García Luna, que su Gobierno espera un recrudecimiento de la violencia en México, antes de alcanzar una pacificación duradera. Y, dos días después, el viernes 7, el embajador norteamericano en México, Carlos Pascual, advirtió en Ciudad Juárez, que ante el impacto de las acciones del Gobierno, hay que estar preparados para la reacción del crimen organizado.
Por la historia y la debilidad de los argumentos que respaldan sus dichos, Gómez Mont simplemente expresó sus buenos deseos, pero él mismo sabe que sus declaraciones son parte de un discurso oficial que la realidad se ha encargado de desmentir, una y otra vez, pues el crecimiento de la violencia sigue imparable y a pesar de que la información oficial pretende hacer creer que la mayoría de los 22,700 caídos en dicho combate son parte de la delincuencia organizada, cada día es más evidente que entre ellos hay un número importante de civiles inocentes y se acrecientan las dudas sobre la veracidad de las cifras de elementos de los cuerpos de seguridad y el ejército abatidos en los diversos operativos.
Así, en el mejor de los casos, el dicho que puede cumplirse es el de García Luna (es decir, la violencia empezará a disminuir en 2014), sin embargo, el sustentar sus afirmaciones únicamente en la duración de otras guerras exitosas es totalmente endeble; en todo caso, debió incorporar algunos indicadores o parámetros de resultados que permitan discernir sobre las semejanzas y diferencias en las evoluciones. El simple transcurso del tiempo no es ninguna garantía de que el éxito llegará, lo importante son los resultados que se obtienen al implementar la estrategia, pues estrategias idénticas pueden producir resultados diametralmente opuestos en condiciones distintas y esto está totalmente ausente en el razonamiento de García Luna; de acuerdo a sus afirmaciones bastaría con sentarnos a esperar que se cumpliera el ciclo.
De acuerdo a la historia y las declaraciones, en los siguientes años la violencia seguirá creciendo; pero es imposible predecir, con la información disponible hasta hoy, saber si algún día empezará a disminuir y, menos todavía, cuándo será ese día.s