En Italia 'todos somos espiados', por lo que el país no es una 'verdadera' democracia, denunció hoy el primer ministro Silvio Berlusconi al defender su polémica 'ley mordaza'.
'No hay una verdadera democracia si en Italia todos somos espiados', declaró Il Cavaliere al intervenir en la asamblea anual de la confederación de comerciantes (Confcommercio), celebrada en Roma.
Berlusconi se refirió a la ley que busca limitar el uso de escuchas telefónicas en las indagaciones judiciales y prohibir su publicación por los medios de comunicación.
Aseguró que en el país europeo hay '150 mil teléfonos bajo control' y 'siete millones y medio de personas que pueden ser escuchadas'.
'No estamos en un país civilizado, no es una verdadera democracia; no es tutelada la libertad de palabra; no podemos tolerarlo más', insistió.
Berlusconi acusó al 'pequeño 'lobby' de magistrados y periodistas' que en su opinión obstaculizan la aprobación de una ley ampliamente criticada por los medios de comunicación y por los jueces, que la consideran una amenaza para el desarrollo de indagaciones judiciales.
El primer ministro recordó que hay quien busca calendarizar hasta septiembre la aprobación definitiva de la ley (como el presidente de la Cámara de Diputados, Gianfranco Fini).
Además, dijo, después 'habrá que ver si el jefe de Estado (Giorgio Napolitano) querrá firmarla (para que pueda entrar en vigor)'.
'Y luego, cuando la ley saldrá, no gustará a los jueces de izquierda que pedirán la intervención de la Corte Constitucional que, según me dicen, la rechazará', denunció.
Pero Berlusconi dejó clara su intención de aprobar la ley lo antes posible pues, dijo, 'se requirieron cuatro meses para elaborarla, después el Consejo de Ministros la emitió, luego estuvo 11 meses en la Cámara (de Diputados) y 12 meses y medio en el Senado'.
La llamada 'ley mordaza' fue aprobada la semana pasada por el Senado y ahora debe regresar en tercera lectura a la Cámara de Diputados para que reciba el visto bueno definitivo, luego de lo cual deberá ser promulgada por Napolitano.
La normativa restringe el uso de intercepciones telefónicas en investigaciones judiciales y de la policía y solamente se podrán realizar por un periodo máximo de 75 días y si el juez detecta 'graves indicios de delito'.
También veta realizarlas en sitios privados y publicarlas por la prensa mientras no finalice la investigación preliminar.
Berlusconi ha sido directamente afectado por la publicación por los medios de escuchas telefónicas, como las que confirmaron su relación con la prostituta Patrizia D'Addario.
Asimismo, el escándalo de corrupción en el futbol italiano de 2006 estalló luego de que la prensa publicara intercepciones telefónicas del entonces presidente del club Juventus, Luciano Moggi.