Violencia. El pasado miércoles se suscitó una riña con saldo de 24 muertos en el Cereso de Durango. En el interior se encontraron armas blancas.
Durango
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hizo un llamado urgente a las autoridades mexicanas para adoptar medidas idóneas, incluidas reformas estructurales, destinadas a prevenir brotes de violencia en los centros penitenciaros del país, especialmente en los de Durango, donde la semana pasada 24 internos perdieron la vida en el Cereso de la capital tras un riña entre grupos antagónicos.
"La CIDH recuerda que las obligaciones estatales en materia de derechos humanos incluyen la obligación de adoptar todas las medidas de seguridad necesarias para garantizar la vida e integridad de las personas privadas de la libertad", señaló el organismo.
Además, lamentó lo sucedido en el Centro de Readaptación Social No.1 de Durango, el miércoles pasado y agregó que no es la primera vez que sucede este tipo de hechos en las prisiones de la entidad.
Por su parte, Ismael Hernández Deras, gobernador del estado, admitió que hubo responsabilidad "en algún nivel" de funcionarios o celadores, al referirse al último hecho de sangre.
Hernández Deras dijo esperar que la investigación del caso derive en buenos resultados, en un corto y mediano plazo, y mencionó que para dar celeridad a la indagatoria el director del penal fue retirado de sus funciones.