Se niegan. La población griega, principalmente los burócratas están en contra de este plan de austeridad.
ATENAS, GRECIA. -En medio de los reclamos de acreedores de que resuelva su crisis, y con un mundo financiero cada vez más nervioso, Grecia ayer congeló pensiones, redujo sueldos en el sector público y decretó impuestos nuevos sobre cigarrillos, alcohol y piedras preciosas, entre otros productos.
El plan de austeridad anunciado, intentará reducir el gasto público en unos 4,800 millones de euros (6,500 millones de dólares), el 2% del producto interno bruto, para salir de su crisis financiera sin precedentes.
Las medidas incluyen nuevos ingresos impositivos y de otro tipo por valor de 2,400 millones de euros (3,300 millones de dólares) y 2,400 millones de euros en recortes del gasto gubernamental, dijo el vocero Giorgos Petalotis.
Las medidas incluyen una reducción del 30% en los aguinaldos de los empleados públicos y otros recortes salariales. Empero, los sindicatos griegos se declararon indignados. "Estas medidas son terribles. Creo que el Gobierno no se da cuenta de lo poco que se paga a la gente en este país", dijo Despina Spanou, del sindicato de funcionarios estatales ADEDY. "Los asalariados no pueden aguantar más reducciones. ... Sumirán al país en una recesión más profunda. No tenemos otra alternativa que incrementar (nuestras protestas). Debemos proteger nuestros salarios y nuestras vidas".
El sindicato convocó para el 16 de marzo una huelga general de 24 horas.
Aumentaron los impuestos sobre la venta del actual 19% al 21%, así como los impuestos sobre bebidas alcohólicas, cigarrillos, autos de lujo, yates, piedras preciosas y artículos de cuero.
Dos altos funcionarios dijeron que el primer ministro George Papandreou no descarta pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional. Ambos funcionarios hablaron a condición de guardar el anonimato para dar detalles sobre la reunión ministerial a puerta cerrada, efectuada poco antes de ser anunciadas las medidas de austeridad.
Grecia ha sido asesorada ya por el FMI sobre cómo manejar la crisis, pero los funcionarios de la Unión Europea se oponen a un rescate del organismo multilateral.
Si la UE y los mercados no responden "como nos gustaría, debido al comportamiento especulativo, nuestro último recurso será el Fondo Monetario Internacional", insistió Papandreou.
En Bruselas, la Comisión Europea y las autoridades fiscales de las 16 naciones de la eurozona respaldaron las decisiones de Grecia, por considerar que ayudarán a la estabilidad financiera de la divisa común. El presidente de la Comisión Europea José Manuel Barroso y el director del grupo de ministros de Hacienda de la eurozona, el primer ministro de Luxemburgo Jean-Claude Juncker, expresaron la certeza de que Grecia podrá reducir su déficit este año en cuatro puntos, y agregó que el ambicioso programa del país helénico "es creíble ahora y por buen camino".