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Lanza tu propio disco

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Beatriz Mejía

No cabe duda de que La Laguna es tierra de talentos musicales. Sin embargo, hacer realidad el sueño de grabar un disco que sea un hit en la radio, que venda millones de copias, y dé la posibilidad de pisar los escenarios más importantes a nivel nacional, e internacional, es un proceso difícil... aunque “no imposible”.

Para triunfar en la música, dice Liliana González Lobo, agente de espectáculos y representaciones, no existe una receta. Quien busca incursionar en este medio debe poseer cualidades como, talento, personalidad, imagen, actitud, disciplina, constancia, y como ingrediente extra, una “pizca de suerte”.

Iniciando el viaje

Con el tiempo, el público se vuelve más exigente; los artistas acartonados pasaron de moda, dando paso al talento tanto de los cantantes, como al de los músicos.

En la Ciudad de México se localizan las principales compañías discográficas del país, pero hoy en día, irse de “mochilazo” a tocar puertas, solicitando una oportunidad ya no es efectivo, ni para los artistas, ni para los directivos de estas empresas.

Antes de lanzarse a esta aventura, es fundamental la grabación de un demo, con los medios que se tengan al alcance; aunque en la actualidad se cuenta con recursos tecnológicos que facilitan el proceso, los más austeros finalmente tienen la misma función.

“Aunque el audio no sea de la mejor calidad, esto no es relevante, lo realmente importante es contar con una propuesta, y que alguien la pueda escuchar”.

Un requisito indispensable es que el ritmo suene “2010”, o 2011, o 2012, es decir, lograr que la música se escuche actual. Se debe mantener la identidad, pero al mismo tiempo tiene que oírse, como lo que hacen los demás en ese momento.

“En la Comarca, la mayoría de los chavos están bien metidos en los 80s, no pueden superarlos, en 11 años de carrera como manager, no he encontrado todavía un grupo que no tenga un ‘solo’, y que no tenga algún rollo de esa década. Incluso, los que tocan este tipo de música son chavitos que ni siquiera vivieron en esa época; es como si en La Laguna, solamente vendieran discos y que en la radio sólo tocaran canciones de los 80s”.

Lo que se puede percibir en un demo es el potencial de los artistas, y lo que pueda proyectar a futuro.

Las presentaciones en vivo también funcionan como un buen recurso para atraer la atención de los empresarios; como solista se puede tener una voz privilegiada, ser el músico más experimentado del mundo, o que la grabación que se produjo sea impresionante, si en el escenario no tienen alma, no tienen pasión, y no transmiten nada, será imposible firmar un contrato con una disquera.

“Para verlos en acción, generalmente las empresas exigen un video en el que puedan apreciarlos arriba del escenario; otras más minuciosas, requieren de una presentación en privado, o showcase”.

Armando el proyecto

La creciente competencia musical es un factor que ha llegado a modificar la dinámica de las compañías de discos; no es sólo llegar, dejar un casete, como se hacía hace tiempo, y sentarse a esperar la llamada de los ejecutivos. Es importante tomar en cuenta que, a diario, reciben miles de materiales caseros son la expectativa de ser seleccionados.

La piratería es otro de los fenómenos que les ha creado una situación económica difícil, algo que de cierta forma ha frenado una época de apertura en la que se daba espacio a la revisión a todos los proyectos; es “casi” imposible, por sí sólo, presentarse en la disquera y llamar realmente la atención, aunque puede suceder si se cuenta con ese toque de suerte, que ya mencionamos.

La “artisteada” es básicamente una carrera de relaciones, y la primera opción es buscar el apoyo de alguien que conozca el medio, que esté bien conectado, y que además actúe como un filtro para la disquera.

Según Liliana González Lobo, quien se desempeñó por varios años como representante artístico a nivel nacional, el manager, en primer lugar, arma un proyecto. “Las disqueras no quieren propuestas austeras, en el sentido de que no cuenten con una estructura; la idea es hacerles la vida fácil, y dejarles la única tarea de la producción”.

El artista debe conocer al cien, y creer en su proyecto, los ejecutivos, algunas veces proponen cambios, y es necesario contar con las bases para defenderlo.

El promotor debe conocer bien a sus representados: quiénes son, qué quieren, qué le pueden aportar al grupo, cuáles son los defectos que hay que mejorar en su beneficio, primero a nivel personal, y después en conjunto.

Cuando el manager tiene claro el proyecto, se procede a la creación de personajes: el serio, el alocado, la sexy, es decir, los integrantes tienen que formarse una idea vendible de sí mismos, pero sin perder su identidad como personas.

El siguiente paso es, “desmoronar” la música; de forma individual, y detectar a qué suena cada instrumento, la voz, la forma de tocar, la personalidad, algo que va a permitir tomar el rumbo del grupo, o del solista. “Muchos grupos no saben cómo definir su música, la crean, pero no pueden determinarla”.

La dinámica de grabar un disco también implica hacer un análisis literario de las letras de las canciones, sacar sentimientos, y situaciones, para dejar claro el contenido de los temas. “La realidad es que muchos artistas cantan sus canciones, no las interpretan, incluso hay quienes ni siquiera saben qué dicen”.

La imagen es lo que sigue. Se trabaja la apariencia personal, y la del concepto del proyecto (colores, logo, nombre, etc.).

El proceso llega a su fin con la grabación de un disco semi profesional, una sesión fotográfica, y un video.

“Todos estos elementos forman parte de un trabajo completo, pero si a eso le agregas la experiencia y el dominio del escenario, lo hace aún más aún más atractivo para las disqueras”.

Lograr el producto final, el que se presenta a la empresa discográfica, requiere de invertir tiempo, esfuerzo, dedicación, pero también dinero, sin embargo, dice Liliana, vale la pena, cuando el artista también lo vale.

Las casas discográficas, asegura, siguen siendo la mejor opción para grabar.

“Una disquera te abre muchísimas puertas; es mucho más sencillo entrar a festivales de radio, en las televisoras, entre otras muchas ventajas”.

La posibilidad de grabar un disco en la región sin tener que emigrar al Distrito Federal, existe. La Laguna cuenta con productores de gran nivel profesional, sin embargo, la mayoría de los estudios están más enfocados al género grupero.

González Lobo comenta que, en la actualidad, el “dinero manda”, y éste puede ayudar a construir fácilmente una carrera, sin la necesidad del respaldo de una disquera. “Pagas tu disco, tu producción, y listo”.

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