Cuatro hombres recibieron largas condenas de cárcel por su participación en un robo a mano armada que les redituó 40 millones de libras (60 millones de dólares) en joyas, las que siguen desaparecidas.
La corte condenó a Aman Kassaye a 24 años de prisión por secuestro, asociación ilícita y posesión de un arma.
Otros tres —Solomun Beyene, Clinton Mogg y Thomas Thomas— recibieron condenas de 16 años.
El deslumbrante botín no ha sido recuperado, y los aseguradores ofrecen un millón de libras de recompensa para quien brinde información que conduzca a su recuperación.
El robo perpetrado a Graff Diamonds en la lujosa vía comercial Bond Street de Londres fue uno de los más cuantiosos de la historia inglesa.
Dos hombres maquillados profesionalmente entraron a la tienda, blandieron revólveres, tomaron brevemente como rehén a la empleada Petra Ehnar y escaparon con las joyas en varios autos, disparando sus armas al aire para dispersar a los transeúntes, mientras otros autos bloqueaban las calles para impedir el arribo de la policía.
En el juicio, la defensa de Kassaye dijo que el ladrón no era él sino "alguien notablemente parecido", pero el testimonio de Ehnar lo condenó.
Dos acusados en el caso fueron absueltos, en tanto Scotland Yard sigue buscando a un motociclista que presuntamente participó en la fuga.
