Desalojo. Integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca quienes venden sus productos en el zócalo oaxaqueño, fueron desalojados por elementos de la Policía estatal. EL UNIVERSAL
Oaxaca vivió ayer la primera edición de la Guelaguetza 2010, que se enmarcó en los festejos del Bicentenario, mientras que la Sección 22 realizó su propia fiesta de folklor, aún cuando en el Zócalo de la ciudad un zafarrancho entre comerciantes y appistas dejó ocho detenidos y dos lesionados.
Ulises Ruiz Ortiz presidió la Guelaguetza, matutina y vespertina, en el estadio de futbol "Benito Juárez", que se acondicionó como sede alterna luego del retraso en la obra de techado del auditorio Guelaguetza, en el Cerro del Fortín.
De acuerdo con la Secretaría de Turismo, en cada edición se tuvo un aproximado de 12 mil espectadores, que estuvieron resguardados por más de dos mil elementos de seguridad pública desplegados únicamente para preservar la tranquilidad del evento cultural más importante del estado.
Por su parte, la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), realizó su Guelaguetza en el campo deportivo del Instituto Tecnológico de Oaxaca (ITO), la cual presidió Azael Santiago Chepi.
El dirigente magisterial aseguró que a diferencia de "la oficial", esta presentación conservó la autenticidad de los bailes y anticipó que esta continuará, aún cuando Ulises Ruiz ya no esté en el Gobierno, pues la Guelaguetza alternativa inició después del conflicto de 2006, cuando la gremial rompió relaciones con el gobierno.
En el presente sexenio, la Guelaguetza se suspendió en una ocasión, y en este 2010 fue en una sede alterna. Ambas festividades transcurrieron sin contratiempo, sin embargo, en el Zócalo de la ciudad, un zafarrancho entre comerciantes semifijos y policías estatales dejó como saldo ocho detenidos y dos heridos.
Los vendedores, afines a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), intentaron oponer resistencia al desalojo, lo que sobrevino en un conato de bronca. De acuerdo con Jorge Alberto Quezada, comisionado de la Policía estatal, el retiro de los ambulantes fue a petición del Ayuntamiento, por no contar con la licencia para expender sus productos.