Bajo el agua. Paquistaníes intentan escapar a las zonas altas y secas de Shakarpur. EFE
Las autoridades paquistaníes continuaron con la evacuación de la población en el sur, donde las nuevas inundaciones agravan la situación de un país en el que la violencia terrorista reaparece a pesar de la crisis.
Varias aldeas se inundaron en las últimas horas en la provincia sudoriental de Sindh, en la que se teme que una ciudad, situada cerca de la desembocadura del río Indo, quede completamente anegada por las aguas.
"La presa de Kotri está soportando un enorme caudal en estos momentos. En las últimas horas se han inundado cuatro o cinco aldeas", detalló un portavoz de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres. De acuerdo a esta versión, la ciudad de Thatta, corre grave peligro porque los muros de contención preparados para frenar la embestida de las aguas "no son suficientemente resistentes" y podrían ceder.
La ONU aseguró en un comunicado que "el agua se mueve rápido hacia Thatta" tras haberse registrado "brechas" en infraestructuras protectoras, que han permitido que se inunde una carretera nacional.
El 80 por ciento de los habitantes de la localidad ya ha abandonado sus hogares para ubicarse en zonas más seguras, mientras que las autoridades se esfuerzan en evacuar al resto de la población, según la fuente oficial consultada por Efe.
Con las inundaciones afectando especialmente a la provincia de Sindh y sus efectos presentes ya casi a las puertas del mar Arábigo, las aguas han causado estragos en todo Pakistán.
"La ineptitud del Gobierno para responder en esta crisis es palmaria. Es evidente por su ausencia y fallo para abordar una situación que estaba marcada en las cartas desde hace tiempo", denunció en un editorial el rotativo "Dawn", el más influyente en lengua inglesa.