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Las laguneras opinan...

 A Nte el cúmulo de malas noticias y el desánimo general para festejar estas navidades, siento que hay algo que debemos celebrar, la liberación condicional de Julián Assange, el hacker australiano creador de WikiLeaks, contra una solicitud de extradición solicitada por Suecia, acusado de delitos sexuales cometidos en aquel país. Salió ese dieciséis de diciembre, gracias al apoyo de sus miles de seguidores y a que las instituciones inglesas son punto aparte; salió más famoso y más fortalecido que nunca. Se marcó una línea que no existía: el derecho a informar los abusos que cometen las grandes potencias en el mundo.

Qué fenómeno son estos hackers, muchachos jóvenes con una habilidad impresionante para intervenir todos los sistemas de computación en el mundo, hoy mediante estas intervenciones, todo, absolutamente todo lo que se escriba o se envíe por mensaje podrá conocerlo el mundo.

Llámese, CIA, FBI, INTERPOL y cuanta policía secreta haya en el mundo, puede ser intervenida. Pues así vamos a cerrar el año, con la novedad que eran más seguros los mensajeros a caballo y las palomas mensajeras.

Y hablando de cerrar el año, antes tenemos el Veinticinco de Diciembre la celebración de la Navidad, época de familia, amigos y también de reflexión, ¿por qué a los mexicanos no nos va bien? Es una temporada muy propicia para hacer un serio examen de conciencia, desde luego a nivel personal, profesional y familiar, pero también es importante que lo hagamos a nivel nacional; una vez que lo hayamos hecho y si buscamos las mil razones por las que, de ser un país en vías de desarrollo, esto lo he oído desde la primaria, hemos pasado a ser casi un país bananero, y le echemos la culpa a todo lo que se nos ocurra, tal vez lleguemos a la conclusión de que la base de esta pirámide de razones, es la ausencia total de un sistema de educación que nos permita acceso a los niveles más altos de la tecnología y la industria; cómo aprovechar nuestros recursos naturales y sobre todo nuestro gran recurso humano, tan desaprovechado.

Es terrible sobre todo en esta época del año, ver niños pequeños haciendo malabares frente a los automovilistas, las indias con los niños cargados, que se afirma que muchas veces son rentados, siempre pidiendo una caridad, los lanzafuego, los lavaparabrisas, todos con la mínima educación y sin la menor oportunidad de salir de la miseria cuando menos a una pobreza más digna. ¿Cuál será la Navidad para estos niños? ¿Y cuál es el futuro para ellos?

La educación, establece el tercero constitucional es OBLIGATORIA Y GRATUITA, pues qué pena, pero ni una cosa ni la otra, ¿no sería fantástico tener nuestro propio Julián Assange?, no por la filtración de documentos, sino que, jóvenes como él o el fundador de facebook o Google demuestran que los sistemas de educación públicos en otros países, superan en mucho a los nuestros, tristemente aun los privados no se salvan.

El soldado Bradley Manning de los Estados Unidos, quien fue el analista que extrajo los archivos clasificados militares y del Departamento de Estado; y Assange mantuvieron comunicación cifrada en conferencias de Internet; y todas esas fieras de la información, tipo Jack Bauer de la famosa serie de televisión Veinticuatro Horas, ni cuenta, increíble el alto nivel de estos hackers. ¡Qué valentía se debe de tener para enfrentarse de ese modo dando la cara, a una enorme potencia como lo es Estados Unidos!

Por acá nuestro servicio de información militar que se dice está altamente capacitado no puede saber a fondo dónde están los delincuentes que persiguen y detenerlos sin los famosos "daños colaterales" y puedo decir que con un historial de abusos, que ésos, serían imposible filtrar porque a la mexicana, simplemente no se llevan los registros o estos soldados tampoco saben computación o no ha salido el valiente que sea capaz de enfrentar al Estado.

Quiere decir esto, que si ellos, nuestros militares, con todo el equipo que tienen y los recursos que en los últimos años, han recibido a pasto, no están preparados, para realizar las tareas para lo que están encomendados, ¿qué les espera a las escuelas, la mayoría sin computadoras y sin maestros capacitados que les enseñen? Derechito al comercio informal, a las piruetas o a vender gorditas.

Triste final de la primera década del siglo veintiuno, que tanto festejamos, que recibimos con tantas esperanzas; y que en nuestra imaginación cuando éramos jóvenes serían unas épocas casi galácticas, con un nivel de bienestar y confort duradero; si nos hubiesen predicho todo esto, nunca ni en la peor pesadilla, lo hubiéramos creído.

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