El único recurso renovableque tenemos los seres humanos, mientras estamos vivos es la esperanza y cuando el combustible que la sostiene encendida aparece casi agotado, ocurre algo que la hace crecer de nuevo, llámese “año nuevo”, cambio de casa, de trabajo, de pareja, un nieto hace un hallazgo, lo que para cada quien sea esa fuente milagrosa de renovación. El caso es que ocurre y el que tenga la suerte de darse cuenta, con eso tiene para seguir adelante. En esta ocasión, por ser el inicio de un Nuevo Año,mepermito compartir una reflexión. No termino de maravillarmeconelasombrosodesarrollo de la tecnología, la velocidad conlaqueaparecennuevosinstrumentos casi mágicos, como los juegos deWii, las Blackberry o los “iPodtouch” y “iPhone”. La inmediatez y versatilidad de las funciones queponen a nuestra disposición, no sólo información instantánea, imágenes reales, sino hechos y noticias que acaban de suceder, meresultamilagroso.Esa rapidez nos aleja de la reflexión (todoloquehaga elhombremereceser
reflexionado.)Sinembargo, otras veces, esa cualidad de inmediatez que ofrece la tecnología actual, nos acerca y nos hace ver, oír y sentir hechos y eventos del pasado y que, irremediablemente provocan la reflexión: enlapalmadelamano, filmaciones de la Revolución Mexicana, de las dos guerras mundiales, de Vietnam, la caída delMuro de Berlín, etc. Recuerdomuyclaramente el año 1963, poco antes del asesinato del entonces presidente norteamericano John F. Kennedy, cuando escuché por primeravez, en casa deunamigo, un disco de Los Beatles. ¡Todo un acontecimiento, se lo habían traído de Estados Unidos!
Quedé atrapada por su música, por la letra de las canciones, por el ritmo y cómo no, por la personalidad y carisma de los cuatro. Nunca llegué a los gritos y los desmayos, pero hasta la fecha me considero
una seguidora y admiradora ferviente. A lo largo de los años, mi entusiasmo por Los Beatles no ha disminuido, se ha decantado, lo que me ha permitido darle su justo valor a John Lennoncomocompositor
y reconocer con admiración profunda la capacidad musical de Paul McCartney. Meconsidero parte de su generación, soy contemporánea totalmente, nacida en la década de los 40, igual que ellos. Este gusto por Los Beatles pasó a mis dos hijos, quienes descubrieron los discos en la casa, lo cual no tiene nada de
extraño, su generación también admiró al cuarteto de Liverpool. Lo asombroso es que mis nietos –tercera generación- tambiénhandescubierto a Los Beatles y están jugando a “ser ellos” a través del Wii.
Ni siquiera conocieron vivos a Lennon y a George Harrison, perominieto de casi 8 años, los dibuja en sus diferentes atuendos, tocando la guitarra y cantando. Por otro lado, -y este es el motivo de mi colaboración de hoy – he descubierto recientemente, a través demihija, aun compositor, escritor y poeta canadiense, quien a los 75 años de edad, después dehaberse retirado de los escenarios internacionales,
tuvo necesidad de regresar a trabajar porque su representante le malversó todos sus ahorros. Hace algunos mesesmihijamedijo“Mamá, escucha esto.” Y me puso un disco de Leonard Cohen; a la mejor mucha gente sabe de quién estoy escribiendo; yo ignoraba totalmente su existencia. Resulta que sus canciones son interpretadas pormuchos cantantes, algunos de ellos latinos, como Joaquín Sabina y
Enrique Bunbury, amén de otrosmuchosmásen inglés. Se escuchan sus canciones ennumerosas películas, y cantantes de diversas latitudes le han hecho homenajes en sus grabaciones. Existen al menos 30 álbumesen homenaje aLeonard Cohen en diferentes idiomas. Su propia discografía (grabaciones
desde 1968 a 2002)suma 19 discos, con algunos recopilatorios y 3 reediciones. Los discos que yo escuché
(2 CD) son la grabación de su concierto en vivo en Londres, en julio de 2008, cuando tenía casi 15 años de no pararse en un escenario. Desde el primer momento me cautivó su voz – specialmenteroncayrasposa, gravísima, pero íntima y cálida- me convertí en su “fan” yme dediqué
a investigarlo. Durante cuatrodécadas,desdefinalesde los 60 hasta principios de 2000, se ha considerado a Cohen comounodelosmásimportantes e influyentes cantautores de nuestro tiempo; originario de Montreal,Canadá,fueprimero poetaynovelista.Hapublicado, ntre novelas y poemarios, al menos una docena de libros, (muchostraducidos al español) que le acreditaron reconocimientos literarios en Canadá.
En la década de los 60 leyó por primera vez un poemario de Federico García Lorca, el extraordinariopoeta granadino, ysegúnCohen, ningúnotro escritor lo ha influido tanto y tan profundamente; su hija se llama Lorca, en honor al poeta y unadesuscancionesmásconocidas, “Take this waltz” es una versión casi inalterada del poema “Pequeño vals vienés” (del libro Poeta en Nueva York,
1929-1930.) El hecho de que Leonard Cohen fuera un escritor reconocido antes de dedicarse a escribir
canciones, da a su obra musical una cualidad poética y literariamuyespecial; sus temas recurrentes son el amor, la religión y las relaciones de pareja, pero también aquello que afecta a las sociedades en
general, la guerra, las desigualdades sociales; usa muchos Juegos de palabras ymetáforas poéticas.Algún crítico se refiere a la letra de sus canciones como “emotivas y líricamente complejas”; yo agregaría que tan cercanas, íntimasy honestascomola poesía del propio GarcíaLorca o la de nuestro Jaime Sabines. Apenas tieneunpuñado de canciones. Búsquenlo, tiene un sitio en la red, ww.leonardcohen. com. Nada de lo que pueda seguir escribiendo será suficiente; escúchenlo mejor.
¿Cuál es la conexión entre estas dos experiencias? Pues que gracias a la tecnología el aprendizaje se da en cualquier dirección,nosólo de arriba hacia abajo, como tradicionalmente era, el conocimiento venía
del adulto hacia el joven; el aprendiz trabajaba pegado al maestro porvarios años;yano. Tampoco es tarde para quien conserva la sed de aprender, de conocer; la tecnología posibilita la creación de herramientas que facilitan el trabajo del hombre; a fin de cuentas, todo la obra del ser humano, llámese
arte o tecnología, nos acerca, nos reconcilia, nos hace reconocernos, comoen el caso de mis nietos y Los Beatles y mi propio descubrimiento de alguien que es capaz de convertirse en ejemplo a los 75 años.
“Imagine all the people, living life in peace.” (John Lennon) “There’s a crack, a crackin everything;
That’s how the light gets in.” (Leonard Cohen) ¡Feliz Año 2010!