Las nuevas 'heroínas' de la TV
MÉXICO, D.F.- Expertos y actores hablan sobre el auge de las narconovelas. Dicen que más que apología es reflejo de la realidad. La actriz Patricia Manterola encabeza la segunda temporada de El Cártel, donde protagonizará a una mujer relacionada con un narcotraficante.
En la historia de El Cártel, la mujer luce dos cosas: un elegante vestido noche y un cuerpo que invita a la lujuria. Las curvas de sus piernas son exactas y su manera de caminar asemeja a una modelo de pasarela. Pero hay un detalle: debajo de ese vestido se esconde una escuadra. Y debajo de ese cuerpo bien torneado esconde su verdadera profesión: mujer del narco.
Este personaje de ficción (que parece espejo de la realidad) será actuado por Patricia Manterola en la segunda temporada de la serie colombiana El Cártel. Encarnará a una mujer líder de un grupo de narcotraficantes que contrabandean kilos de cocaína.
El tema del narcotráfico permeó en las historias de televisión y en el melodrama, especialmente en la telenovela. Aquellas historias rosas de la mujer pobre que se casa con el hombre honesto y millonario han cedido algunos espacios a las narconovelas y narcoseries. Todas ellas ofrecen una mirada a la realidad latinoamericana con la intención de revelar la opulenta vida de la mafia.
La narconovela inició en Colombia. Ahora países como México y Estados Unidos se han quitado el miedo y comienzan a retratar este mundo.
Telemundo (en Miami) iniciará grabaciones a finales de año de La Reina del Sur, inspirada en la novela del escritor Arturo Pérez-Reverte sobre "Teresa Mendoza", una mujer sinaloense que se traslada a España para tejer sus redes de contrabando en ese país. Kate del Castillo será la protagonista. "Interpretar a 'Teresa Mendoza' es un sueño hecho realidad. Un personaje dibujado con la maestría de Arturo Pérez-Reverte es una oportunidad interpretativa única", escribió en su Twitter.
UN TEMA POLÉMICO En México, hay casos aislados en la televisión sobre este tema. El productor Pedro Torres prepara una serie sobre lo que ha hecho el Gobierno en la lucha contra el narco. "México está sufriendo el embate del narcotráfico... y lo único que tenemos son narcocorridos musicales, que hacen apología de ese terrible mal", expresó Torres en la Séptima cumbre mundial de la industria de la telenovela y la ficción en Bogotá, en 2009.
Pero no faltan quienes no están de acuerdo con que se toquen estos temas. En Facebook existen dos portales al respecto con más de 2 mil seguidores. Uno se llama "No más narconovelas, narcoseries y narcopelículas", el otro es "No más narconovelas en RCN y Caracol", televisoras de Colombia. La discusión se centra en una supuesta apología del narcotráfico como actividad que genera una vida fácil y de muchas ganancias.
EL RATING MANDA La serie colombiana El Capo, de Gustavo Bolívar, marcó récord de audiencia en el canal Telefutura de EU. Bolívar es también autor del libro Sin tetas no Hay Paraíso y quien adaptó los libretos de la famosa telenovela homónima, la cual cuenta la vida de un grupo de mujeres adolescentes pobres que se someten a cirugías para que los hombres del narco se fijen en ellas.
Bolívar asegura que el género narconovela existe y fue su obra la que marcó un antes y después en la televisión: "Sin Tetas... fue la novela que empezó a convulsionar el panorama de la novela latinoamericana. Al notar el éxito, muchos canales se lanzaron a armar proyectos relacionados en el tema y el resultado ha sido un aumento considerable del rating en todos los países".
En 1997 se publicó en Colombia una ley para que las televisoras dejaran de transmitir contenido violento. Fue así que los temas sobre el narco se mudaron a tele restringida. Al ver que el éxito era rotundo, se decidió transmitirlas de nuevo por señal abierta y luego fueron exportadas a Venezuela y México. Expertos han analizado el boom que ha tenido este tema en Latinoamérica. Algunos piensan que es por la violencia que se refleja, otros por los actores que se atreven a protagonizarlas. Las autoridades suelen molestarse, porque se presenta a los traficantes como estrellas y a los policías como corruptos.