Luis Miguel podría decir cantando "Entonces yo daré un giro de 180 grados y me iré con el astro rey, cuando la tarde perezca...". No rima, pero numéricamente sería lo adecuado, si el muchacho sigue empeñado en dar la media vuelta e irse muy acompañado por el sol, como dice la canción de José Alfredo que él interpreta.
De la misma manera, cuando le doy un giro de 360 grados a la conversación ¿qué pasa? Pues que sigo en la misma dirección. Si quiero ir en dirección opuesta tendría que darle un giro de 180 grados.
A ver, a ver, me dirá usted... ¿qué tienen qué ver los grados con las vueltas? ¿Qué importa a cuántos grados esté la temperatura para saber cuántos grados tiene una vuelta entera, o una media vuelta?
Primero que nada debo decirle que estos grados no tienen nada qué ver con los que sirven para medir la temperatura. Estos grados constituyen una medida para giros.
Es que como todas las cosas, para poder expresarse con precisión acerca de algo, hay que tener una escala de referencia, en este caso se estableció un sistema para medir las vueltas o giros.
Primero se dijo: una vuelta completa tiene 360 grados. Para que me lo entienda mejor y ya no se le olvide imagínese cuando aparece en el escenario Lorena Herrera, y el público le solicita ¡vuelta! ¡vuelta!, ella complaciente -como siempre-, hace un giro total y vuelve a quedar viendo hacia el público. Ése es un giro de 360 grados.
Lo que sucede es que, en Geometría, para hacer estas mediciones, se dibuja una circunferencia, y se le cruza por dos diámetros, uno horizontal y el otro vertical.
Así, la tal circunferencia queda dividida en cuatro partes iguales que son los cuadrantes. ¿Y por qué se llaman cuadrantes si no son cuadrados? preguntará usted. Pues porque son cuartas partes del pastel. De cuarto se deriva cuadrante.
Si dividimos todo el pastel (la vuelta entera) en 360 rebanaditas, cada una de ellas, sería un grado, una 360 ava parte de la vuelta entera.
Si voy caminando por ejemplo de poniente a oriente y doy vuelta hacia el sur en una esquina, entonces estoy dando un cuarto de la vuelta, es decir que estoy haciendo un giro de 90 grados, porque es la cuarta parte de 360 que sería la vuelta entera.
Si sigo caminando -me hace bien, para hacer ejercicio- y quiero regresar por donde vine, tendré que dar la media vuelta, o sea, hacer un giro de 180 grados que es la mitad de 360.
Eso es lo que haría Luis Miguel, cuando se diera la media vuelta y se iría con el sol, cuando muriera la tarde
Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com
¡LIBROS SOBRE EL APASIONANTE TEMA DEL IDIOMA! Pida información a libros@comodijo.net o bien al teléfono (0181) 8148 8141 de Monterrey, N. L.
PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Bertha Orozco pregunta: Trabajo en un Juzgado y cuando hacemos un requerimiento a alguna autoridad redactamos: "Se le apercibe que de no dar cumplimiento a lo solicitado...". Yo alego que lo correcto es: "Se le apercibe de que de no dar cumplimiento...". ¿Usted qué opina?
RESPUESTA:
Tiene usted razón. La verdad es que el lenguaje jurídico no se lleva muy bien con las reglas del idioma español.
Le dejo con ese viejo y conocido refrán que dice: Transládeme yo a temperatura debidamente elevada y demuestre el vulgo su hilarante regocijo... que en buen cristiano sería: Ándeme yo caliente y ríase la gente... ¿Cómo dijo? ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!