Si usted ha venido siguiendo estos comentarios, se habrá divertido (espero) leyendo la frase que remata cada comentario y que trata de dejar -más que una conclusión- una sonrisa en su rostro, para que recuerde el comentario con agrado. Son frases ingeniosas y algo pícaras que por lo general -por si no se había dado cuenta lo confieso abiertamente- no las hago yo, sino que las tomo de acá, de allá y también de acullá.
"Las ventajas del nudismo, saltan a la vista" dice una de ellas, que nos hace reír pensando en todo lo que saltaría ante los ojos de los demás y también en lo que noooo salta -para nada- si anduviéramos paseando por un campo nudista, liberados de cualquier inhibición que pudiera surgir cuando a uno le da por mostrar su epidermis hasta en las regiones más recónditas de su organismo, es decir, cuando le da por "andar descalzo hasta las orejas".
Hay otra que sentencia "la inactividad sexual es peligrosa, produce cuernos" y con ello nos hace imaginar lo que sucede en una casa en la que el señor se desatiende de su esposa y con su actitud provoca que ella solita busque "apagar su sed en otras fuentes" aunque después tenga que dar explicaciones tan absurdas como aquélla de que "la carne es débil..." y que sólo logra acrecentar la furia del marido que responde a tan fútil argumento: ¿Cómo que la carne es débil, descarada? ¿Y yo qué soy...? ¿Verdura?
También hay algunas frases ingeniosas ingenuas que de tan simples causan risa como aquélla que sentencia que "los japoneses quieren abrirle los ojos al mundo" o que "los japoneses no miran, sospechan" o también la que comenta y lamenta que "arreglar los problemas económicos es fácil, lo único que se necesita es dinero".
Algunas se pasan de tueste y sobrepasan la frontera de la ingenuidad, llegando a la bobería, aunque no dejan de arrancar por lo menos una sonrisa de tan simples que son, por ejemplo la que dice que "los mosquitos mueren entre aplausos", o la otra que afirma muy científicamente que "el eco es el que dice la última palabra" y la que filosofa que "en los aviones el tiempo se pasa volando" o la que afirma que "el único animal que después de muerto da muchas vueltas es el pollo rostizado".
Finalmente le comento algunas de estas frases que aluden irónicamente a la unión de la pareja hasta que la muerte (o el divorcio) los separe como aquélla que dice precisamente: "Algunos matrimonios acaban bien, otros duran toda la vida" y otra que tiende más hacia la obscenidad que asegura que "el matrimonio es como una cuenta de ahorros que de tanto depósito y retiro, se pierde el interés".
Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com
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PREGUNTA DEL PÚBLICO:
En cuanto a la famosa frase de "el hubiera no existe" yo no concuerdo con eso pues siempre digo que el hubiera sí existió. ¿Está bien aplicada esa frase? Enrique Ramírez.
RESPUESTA:
"Hubiera" es el copretérito en modo subjuntivo del verbo haber en primera y tercera persona. La frase "el hubiera no existe" se usa en sentido figurado. Significa que no debemos decir "si hubiera hecho esto o aquello, las cosas hubieran sido diferentes". No tiene caso decir "si hubiera..." porque eso es algo que ya no puede remediarse.
Una frase más para terminar: hoy en día parece que la fidelidad sólo se ve en los equipos de sonido. ¿Cómo dijo? ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!