Una de las obsesiones más antiguas del hombre (entendiendo como hombre al ser humano, sea del género que sea) es saber lo que va a pasar en el futuro... y saberlo antes de que suceda -obviamente- porque después de sucedido, ya qué chiste tiene o como dijo el perico del chiste "ya pa qué..."
De ahí, de ese anhelo que siempre tenemos y que late con ansia en nuestro corazón, surgen los adivinos. Los adivinos son de muchos y de muy variados tipos y cada uno tiene su método específico para saber, desde antes que te vas a sacar una lana en la lotería o que va a acontecer "algo muy desagradable en tu vida" que puede ser desde que te corran de la chamba hasta el terrible caso de que tu suegra se venga a pasar unos "diyitas" a tu casa y que esos "poquitos días" se conviertan en semanas o meses de tormento.
Hay adivinos que se creen dioses y se atribuyen grandes poderes. Otros, para hacer más creíble su supuesta habilidad de predecir lo que va a suceder, repiten constantemente que ellos son sólo un instrumento del "Señor que está allá arriba" que es el que tiene sus designios y que a través de ellos (de los adivinos), se comunica contigo para prevenirte y decirte que tengas cuidado con ese amigo que anda tratando de pedalear tu bicicleta, o sea que te quiere poner el cuerno agasajándose a tu mujer, o para que te prepares para administrar la riqueza porque te va a ir muy bien en los negocios.. ¡Cómo si el Señor necesitara instrumentos para comunicarse con la gente o sea, como quien dice ora sí que "necesita guajes pa→ nadar"
Pues los adivinos en su nombre llevan esa cualidad que se atribuyen o que se les adjudica pues la palabra "adivino" viene precisamente del latín "diivinus" que se refiere a un dios o que tiene cualidades para serlo. Y un dios, en este caso se refiere a un ser superior sobrenatural y por eso lo escribo con minúscula porque para los católicos, por ejemplo, para los que sólo existe un dios verdadero, la palabra Dios se escribe con mayúscula debido a que cuando ellos la usan se refieren siempre a un mismo dios que es aquel en el que ellos creen.
Lo divino, entonces gramaticalmente es lo que es de Dios, lo que pertenece a él o lo que viene o deriva de un dios que puede ser el dios de la religión que sea. De la misma palabra (divino) surgen también los divos y las divas que se creen, o se sienten o la gente les atribuye calidad de dioses, de estar más allá de lo natural y pertenecer al ámbito de lo sobrenatural.
Hay artistas como Raphael, como María Félix, Juan Gabriel o Luis Miguel a quienes sus "fans" les ha pegado la etiqueta de divos, porque considera que están más allá de lo natural, porque hacen cosas supuestamente que los simples mortales como usted o como yo no podemos hacer, ya sea cantar, actuar, componer canciones o "dar un concierto" en el que el derecho a ocupar cada lugar cuesta cientos o a veces hasta miles de pesos.
Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com
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PREGUNTA DEL PÚBLICO:
¿Cuál es la forma correcta de escribir: el harina o la harina?
RESPUESTA:
Por escrito u oralmente, la forma correcta es "la harina". Se cambia el artículo femenino LA por el masculino EL cuando el sustantivo empieza con A tónica, es decir que es la que lleva el énfasis, sin importar que lleve o no el acento gráfico, como es el caso de EL HACHA o EL AGUA. No es el caso de la harina porque el énfasis o sea, lo que se llama el acento prosódico, va en la í.
Inmoraleja para terminar "Cuando un hombre le abre la puerta del carro a su esposa, puede usted estar seguro de que el carro es nuevo, o es nueva la esposa." ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA