Cultura Cultura columnas editorial

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

Las palabras encadenadas y las cadenas apalabradas

JUAN RECAREDO

Antiguamente en la imprenta decían: para este trabajo vamos a necesitar tantas resmas de papel. ¿Usted sabe qué es una resma? ¡¿No lo sabe?! ¡Qué barbaridad! Bueno, pues yo tampoco lo sabía hasta que pregunté y me dijeron con un tono de obviedad aplastante: Pues una resma es igual a 20 manos de papel. ¡Perfecto! Pensé pero ¿cuánto es una mano de papel? Y ahí te voy a investigar:

Lo primero que encontré decía: una mano de papel es igual a la vigésima parte de una resma. Muy importante dato, en realidad pero ése yo ya lo tenía: Entonces me acordé que cuando estábamos en la escuela primaria o secundaria nos pedían que compráramos un diario de 2 o de 3 manos, pero ni aún así, pude saber cuánto papel constituye una mano. Investigué más y finalmente encontré que una mano es igual a 20 cuadernillos.

Podría decir que esta nueva información ya me tranquilizó pero mentiría porque ahora la incertidumbre era peor: no sabía cuánto papel es un cuadernillo, así que, vuelta a investigar y al fin pude saber que un cuadernillo consta de cinco pliegos. ¿Pero cuánto es un pliego? Me pregunté ansiando llegar al fin de la cadena. Y ya había llegado porque un pliego sí lo conozco y sé que es una pieza rectangular de papel, lo que llamaríamos “una hoja extendida” completa, como sale de la fábrica, pero todavía me quedó la sensación de haber obtenido una respuesta ambigua porque un pliego puede ser de muy diversos tamaños. O sea que, en cada caso habría que aclarar a qué tamaño de pliego nos estamos refiriendo.

Al relatar esto lo que quería hacer (y ya lo hice) es comentar acerca de las palabras que se van encadenando a veces por caminos insospechados.

Cuando estamos aprendiendo inglés, nos sorprende que la palabra parents no quiera decir parientes sino padres, aunque de todas maneras entendemos que los padres de uno son más parientes que cualquier otro pariente.

Esto que digo resulta más evidente que nunca si reflexionamos un poco y entendemos que un “pariente” es el que pare del verbo “tener hijos” o “tener condescendencia” como decía aquella barbárica señora que aseguraba “mi marido y yo queremos tener condescendencia…” en lugar de decir que su marido y ella querían tener descendencia, o sea prole, chamacos para que mejor me entienda.

Efectivamente el pariente es el (o la) que está pariendo. Entonces la palabra pariente es el participio activo del verbo parir y parir es como partir o partir(se). No es difícil encadenar con ésta la idea de que la mamá al tener un parto se parte, o digamos que hay una parte de ella que se separa para convertirse en un ser humano que en ese momento empieza a dejar de depender de ella.

La palabra pariente está por lo tanto emparentada con los padres y con otros vocablos de la misma familia léxica como parentesco, emparentar, la parentela e inclusive el puerperio que es el período que transcurre desde que la mujer pare hasta que vuelve al estado ordinario anterior a la gestación.

Y si le suena un poco extraño eso de que “la mujer pare” no hay razón para dudar ni preocuparse. El verbo parir se conjuga igual que partir. Si se dice yo parto, tú partes, él o ella parte, nosotros partimos, vosotros partís, ellos o ellas parten, también debe decirse yo paro, tú pares, él o ella paren, nosotros parimos, vosotros parís, ellos o ellas paren.

Y aquí yo parto, (que no paro) poniéndole punta final a este comentario.

Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com

¡LIBROS SOBRE EL APASIONANTE TEMA DEL IDIOMA! Pida información a libros@comodijo.net o bien al teléfono (0181) 8148 8141 de Monterrey, N. L.

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Durante años he tenido una duda que nadie me ha podido aclarar –dice Maru Sandoval- ni siquiera una maestra de español de nivel secundaria. ¿Cuál es la forma correcta de conjugar el verbo parir en primera persona, tiempo presente del modo indicativo?

RESPUESTA:

En el comentario está la respuesta a su duda.

Reflexión interrogativa para terminar: ¿Por qué conformarte con ser luciérnaga, pudiendo ser estrella? ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

Leer más de Cultura

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Cultura

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 531170

elsiglo.mx