La derrota del sábado por 9-8, en once entradas, ante los Rays de Tampa Bay será recordada por el estruendo creado por 15 mil cornetas distribuidas a los fanáticos. (AP)
Cuando el pelotero Cody Ross llegó al club el domingo hoy por la mañana tomó una vuvuzela amarilla de su armario y salió metiendo estruendo en el clubhouse de los Marlins.
Un día después a los Marlins no les pareció tan gracioso.
La derrota del sábado por 9-8, en once entradas, ante los Rays de Tampa Bay será recordada por el estruendo creado por 15 mil cornetas distribuidas a los fanáticos, además de la posibilidad de que el ruido haya causado confusión entre el mánager de los Marlins Fredi González y el umpire principal Lance Barksdale.