Innovación. José Berrondo, vicepresidente de la fábrica de refrigeradores, lavadoras y estufas Mabe.
Fundada en 1946 por inmigrantes vascos, que comenzaron con un taller de gabinetes de cocina, Mabe es un digno ejemplo de lo que una empresa mexicana debe hacer para posicionarse en el mercado global, en este caso de línea blanca y electrodomésticos.
El salto que dio la familia Berrondo de 1953, cuando produjo la primera estufa de gas, a este 2010 en el que tiene presencia en los cinco continentes, ha sido casi cuántico de acuerdo con trabajadores de la propia empresa.
Antes de la crisis mundial de 2008, Mabe tuvo ventas cercanas a los 3 millones de dólares con un crecimiento de casi 30%. En ese tiempo adquirió CAMCO, principal empresa del ramo en Canadá, y había penetrado al mercado sudamericano con la compra de las brasileñas CCE y DAKO.
Uno de sus movimientos estratégicos más importantes, sin embargo, fue aliarse con General Electric (GE) en 1987, sociedad que hoy se mantiene con una relación de 51% Mabe y 49% GE.
José Berrondo, vicepresidente de la compañía, cuenta que en lo más agudo de la crisis hubo una caída en la venta de electrodomésticos de hasta 30%. "En este 2010, sin embargo, se ha sentido una recuperación, ya que de acuerdo con cifras de la Asociación de Fabricantes de Aparatos Electrodomésticos, se estima que cerraremos 2010 entre 15% y 20% por arriba de 2009, aunque no hemos alcanzado las cifras pico de mayores ventas, pero vamos para allá".
Según José Berrondo, todo ello es el resultado de apostarle al desarrollo de nuevas tecnologías a partir de la creatividad y del factor humano: "debemos de entender los deseos y necesidades de los clientes. Hemos desarrollado tecnología propia, no hacemos productos, los creamos y somos los únicos en el ramo en hacer esto. Apostamos a la tecnología tanto en productos como en procesos, cumplimos con una buena cantidad de normas internacionales, de los Estados Unidos, Canadá, Europa, Asia y Medio Oriente"
ALIANZA ESTRATÉGICA
El ejecutivo de Mabe recuerda que cuando iniciaron la sociedad con General Electric, casi 100% de los productos se fabricaban con su tecnología, "en cambio en este 2010 y gracias al Centro de Alta Tecnología ellos son los que nos consultan y se basan en nuestra tecnología, esto lo hemos logrado mediante inversiones y vinculación. La característica principal de este centro es la confiabilidad. Los electrodomésticos en México tienen el prestigio de durar muchos años, tenemos pruebas de envejecimiento a 10 años, todo nuevo desarrollo tendrá las características de que será un producto con calidad y duradero. Para alcanzar todo esto, destinamos 1.5% de las ventas totales en inversión para el desarrollo, es una cifra muy sana".
Orgulloso de su empresa, el vicepresidente de Mabe explica que todo inicia en el área de diseño industrial, "se realizan infinidad de diseños, se hacen prototipos para el mercado, en total se elaboran alrededor de 50 proyectos anuales. Tenemos un sistema de calidad total como parte de la cultura de la empresa. Se sigue todo un proceso para introducir un nuevo producto al mercado, y cuando se lanza, este ha sido corregido y analizado para entrar a la siguiente fase, son proyectos y procesos que se generan a partir de la más alta tecnología, ingeniería, comportamiento de materiales etcétera, mejor diseño a costos competitivos para ofrecer precios racionales al consumidor".
En la planta de alta tecnología de Mabe localizada en la ciudad de Querétaro, se generan para un solo producto, alrededor de 120 ideas, de la cuales, al final sólo queda una que entra en un proceso llamado NTI New Technology Introduction (NTI), introducción de nueva tecnología.
VINCULACIÓN UNIVERSITARIA
Mabe tiene convenios con todos los centros de investigación y universidades del país. "Tenemos por ejemplo, dice Berrondo, una cláusula de propiedad intelectual con la UNAM, en donde nos ceden todo lo que a investigaciones sobre electrodomésticos se refiere; en todos los proyectos vinculados, la propiedad intelectual es de Mabe".
Mabe tiene convenios también con el Centro de Investigación en Óptica (CIO), con el Instituto Politécnico Nacional (IPN), y con el Tec de Monterrey (ITESM), por nombrar sólo algunos. "También impulsamos y estimulamos el talento interno, todo ello nos permite generar 15 patentes en promedio al año, lo que nos ubica en el top de los generadores de patentes, el Centro Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) por ejemplo, sólo genera tres patentes anualmente".
En este sentido los ejecutivos de Mabe, recuerdan que durante mucho tiempo tuvieron estímulos fiscales directos e indirectos. José Berrondo asegura que si regresaran los estímulos fiscales por la generación de patentes, se produciría un círculo virtuoso que redundaría en una mayor investigación, mayor desarrollo tecnológico, más productividad y mayor generación de empleos.
"En Mabe tenemos un premio interno a la innovación; en 2010 fueron nueve patentes las registradas y tenemos proyectadas más de 15 para el 2011, Las patentes cuestan, en otros países hay apoyos, pero en México no".
Las expectativas para 2011 son buenas, continuarán con la estrategia de no acumular inventarios y producir sólo lo que ya este vendido. Mabe quiere consolidarse en América Latina, tener mayor presencia en Canadá y fomentar sus ventas globales. El fin es subir del número tres, al uno en el continente americano.
