Chelsea Taylor, de 16 años, se enteró que ya no tenía que regresar a la cafetería en la que trabajaba a través de la red social Facebook. (EFE)
Chelsea Taylor, de 16 años, se enteró que ya no tenía que regresar a la cafetería en la que trabajaba a través de la red social Facebook.
Elaine Sutton, gerente de Cookies in Leigh, donde trabajaba la chica, le dejó un mensaje en la red social para comentarle que el dueño despedía a la joven porque faltaban 10 libras en la caja que correspondían a un pedido de galletas.
Con lenguaje coloquial, Elaine escribió a Chelsea que trató de persuadir al dueño pero que éste no aceptó las excusas.
Sutton le informó en su mensaje a la chica que puede llevar su uniforme en la semana y revisar su último pago, además lo cierra con dos signos de besos.
Chelsea le respondió que lamentaba el disgusto y que pudo haber pagado las 10 libras.
En la edición en línea de “El mundo”, la joven dijo que "Incluso un mensaje de texto habría sido mejor que Facebook. No han tenido narices de decírmelo a la cara".
Nicola, de 37 años, madre de Chelsea, declaró al diario británico “The Telegraph”: "estoy absolutamente furiosa, es repugnante. Despedir a un trabajador joven a través de Facebook es terrible y despiadado, y la forma en que fue escrito fue terrible.
"No puedo creer que no tuvieran la decencia de llamarle por teléfono", concluyó.