Orgulloso. Omar fue a danzarle a la virgen para agradecerle y honrarla.
Según la Iglesia Católica, la voz de los niños se escucha primero
En el cielo
Maestra de danza
OMAR MIRELES
Danzante
CLAUDIA LANDEROS
EL SIGLO DE TORREÓN
Cada vez se unen más pequeños a este grupo, son niños estudiantes de primaria que se reúnen para danzar y honrar a la madre de Jesús.
Según la Iglesia Católica y la Biblia, en el cielo se escucha primero la voz de los niños, porque piden con inocencia, con el corazón, así lo hicieron los integrantes de este peculiar grupo de danza del colegio Santo Domingo de Gómez Palacio, que peregrinaron y fueron a depositar su fe y agradecimiento al santuario de la virgen morena por todo lo recibido este año que se va.
CREACIÓN DEL GRUPO
Fue fundado hace 15 años, desde que inició también el colegio, como una inquietud y deseo de preservar los valores de la fe cristiana-católica y una manera de hacerle reverencia a la Virgen de Guadalupe en ocasiones especiales.
Además, también es importante para los niños porque fomenta la disciplina y la responsabilidad, comentó la maestra de danza, Érika Reyes.
PREPARACIÓN
Desde el mes de octubre comienzan con los ensayos, se reúnen todos los integrantes de los diferentes grados, desde primero hasta sexto de primaria.
La maestra Érika asegura que la convocatoria es muy satisfactoria para ella y los demás maestros de la institución, ya que los pequeños lo hacen con gusto y voluntariamente y son los más entusiastas al poner el empeño para que todo les salga a la perfección cuando danzan, especialmente el día de la peregrinación, que es el evento que más esperan.
Ella tiene ya 4 años a cargo de la danza infantil, preparando niños de 6 a 11 años de edad, que a la par de sus estudios, hacen crecer su fe y valores religiosos, con el apoyo de sus maestros.
APOYO DE LA FAMILIA
Los padres de familia comentan también lo contentos e ilusionados que ven a sus hijos al dar estas muestras de cariño y humildad ante la virgen y el empeño que le dedican a su preparación.
La señora Martha Garibay, es la madre de uno de los danzantes, quien dice estar muy orgullosa de Omar, porque ésta es una tradición que ha pasado en su familia por generaciones y que ella también danzó desde niña.
Martha comentó que lo más importante es siempre apoyar a los hijos y sentirse orgullosos de lo que hacen y transmitirles los valores y costumbres de nuestro pueblo.
Omar Mireles, es alumno del colegio Santo Domingo y danzante, a él le gusta mucho participar en las peregrinaciones y danzar para la morenita, sobre todo acompañado y apoyado por su madre.
La participación de los niños ha aumentado en los últimos años, asegura la maestra y los padres, quienes piensan seguir fomentando esta tradición.