MÉXICO, DF.- Al productor Pedro Torres le costó dos años y muchas pláticas convencer a Jacqueline Bracamontes para que accediera a ser una de sus Mujeres Asesinas. Pero en cuanto la actriz comenzó a grabar Irma de los Peces, se comprometió tanto con su interpretación que terminó agrediendo, sin querer, a Alejandro Tommasi, su coprotagonista.
"La escena de la muerte fue muy complicada, porque tienes que hacer que parezca real. Sin embargo, debo confesar que me metí mucho en el personaje, tenía que golpear el piso, y cuando me di cuenta, ¡le estaba pegando en la cabeza a Tommasi! Gracias a Dios está bien, pero me dio mucha pena", cuenta Jacqueline.
La actriz se ha caracterizado hasta ahora por sus personajes de chica buena en telenovelas como Las Tontas no van al Cielo y Sortilegio. Pero no fue por cuidar esta imagen, sino por sus propias convicciones, que no había querido participar en la serie.
"A Pedro le costó convencerme, porque cuando yo veía los capítulos me parecían muy fuertes y hasta le tenía que cambiar de canal. Soy muy sensible. No pensé que podía hacer algo que ni siquiera podía ver", recuerda.
No obstante, la directora del capítulo, Mafer Suárez, destaca que Jacqueline es muy profesional y muy comprometida, además de ser una actriz convincente.
"Jacky es una chava que da para mucho más. Definitivamente la gente la va a ver como nunca antes. Esta serie es una oportunidad para las actrices de probarse que pueden tener otro tipo de registro", señala.
La actriz finalmente accedió a "matar" por primera vez cuando Torres le mostró la versión argentina de Irma de los Peces.
"Cuando lo vi, me enamoré. Es un capítulo muy especial, porque no vemos mucha violencia física sino hasta el final. Presenta una situación real que vive mucha gente. De verdad, la violencia verbal puede doler más que la física".
Y aunque ella nunca ha padecido una situación similar, admite que se identifica con ciertos aspectos de su personaje.
"Un hombre celoso o posesivo, puede llegar a ser agresivo. Desafortunadamente, sí me ha tocado vivir eso", acepta, aunque sin dar más detalles. Para Jacqueline, aparte del asesinato, también fue un reto construir su papel: una mujer triste, sin ilusiones, y reflejar eso con la mirada.
"Irma es una mujer que tiene muchos sueños, pero Alfonso (Tommasi) le empieza a cortar las alas; no pueden tener hijos, no la deja estudiar, le encantan los peces y se los quita. Al no tener nada, ella también se convierte en un pez", explica. "En Mujeres Asesinas es común ver a mujeres rotas, Irma es una mujer muy rota".
Pese a lo fuerte de la trama, la actriz considera que este capítulo puede servirle a quienes estén atravesando una circunstancia parecida.
"Va a ser un ejemplo para las mujeres, no de matar al marido, sino de que sepan que siempre existen salidas. Que abran los ojos y se den cuenta de lo que no deberían aceptar".