Le tengo miedo al miedo
DOCTOR EN CASA
Al miedo paralizante que sienten algunas personas cuando ven las nubes, números, colores, objetos o escuchan nombres, se le denomina fobia.
El miedo es un mecanismo de defensa y supervivencia del hombre que le permite responder ante situaciones peligrosas con rapidez y eficacia. Es por eso que es común que los seres humanos sientan miedo ante determinadas situaciones, pero cuando éste se da de forma irracional y afecta el desarrollo social, entonces no es un simple miedo, se trata de una fobia.
Las fobias son más comunes de lo que se cree. Existen gran variedad de fobias que se presentan en la vida cotidiana como la didaskaleinofobia (miedo de ir a la escuela), la ergofobia (el miedo al trabajo), a las alturas (acrofobia), entre otras. Antes de cualquier autodiagnóstico, se debe distinguir entre el padecimiento de una fobia y el simple miedo. A muchos quizás no les gusta ir a la escuela ni al trabajo por miedo a dar la clase, o haber hecho alguna operación mal, sin embargo, al final se ven obligados a ir. Otros, en cambio, buscan cualquier pretexto e incluso se pueden crear enfermedades para no verse forzados a asistir.
“Las fobias son miedos muy agudos que llegan a paralizar los comportamientos sociales de las personas que los padecen, surgen de una serie de miedos irracionales a los que ha estado sometida la gente y aunque algunas personas percibamos que es un grado de terror infundado, quienes las padecen no están consientes de ello”, dijo el psicólogo Roberto López Franco.
En una persona que no va a la iglesia, a algún centro comercial o no sale a la calle por el temor de encontrarse con una araña, entonces sí se puede decir que padece una fobia, la aracnofobia. En cambio si sólo se pone a gritar cuando ve al arácnido, pero esto no le impide hacer su vida normal, entonces es un temor común.
Tipos de fobias
Existen diferentes tipos de fobias: las específicas, las de tipo social y las generales. Las primeras son fobias de tipo situacional (miedo a hablar en público, a subir a los puentes peatonales, a viajar en avión), también hay a fenómenos ambientales (miedo a los rayos, la lluvia, el frío), la fobia a determinados objetos (cuerdas, muñecas) y la fobia a los animales. Se le llama zoofobia cuando se les teme a todos los animales en general y se le da un nombre en específico cuando se trata de uno solo como la aracnofobia (miedo a las arañas). Otras fobias que entran dentro de esta clasificación son las que están ligadas con las enfermedades como la carcinofobia (miedo al cáncer).
El trastorno de ansiedad generalizada es el último tipo de fobias y éste engloba el temor a todo, así la persona que la padece puede llegar a sentir miedo de cualquier cosa, lo que llega a repercutir en su vida social, afectiva e incluso en su salud.
“La persona se aísla, sus niveles de estrés aumentan por los constantes temores que sufre lo que llega a repercutir en sus relaciones interpersonales e inclusive en su salud”, mencionó el experto.
Son más comunes
Con la llegada del Internet y el acceso de la mayor parte de la población a los diferentes medios masivos de comunicación, las consultas a los especialistas sobre estos padecimientos se han incrementado gracias a la información que los medios han otorgado sobre esta enfermedad.
Sin embargo, no sólo los medios han disparado las consultas con los expertos, psicólogos o psiquiatras, pues también determinadas situaciones o problemáticas que se presentan en una sociedad, pueden ser un detonante para el padecimiento de estas enfermedades.
Una de estas situaciones que actualmente se enfrenta, es la inseguridad.
“Si en este tipo de situaciones se dan estados de ansiedad generalizado. Las personas presentan muchos problemas para salir a los espacios abiertos, o bien un temor excesivo a ciertos actores, como soldados, policías, etc. Hace poco recibí una llamada de una madre, que preocupada me pedía ayuda porque su niña no quería salir ni a la puerta de su casa, pensé que vivía en el Centro o en el Poniente y sí, vivía en el Centro. Es entendible que la gente de esa área ya haya desarrollado un sentimiento de ansiedad generalizado, pero no en todas las personas se presenta de la misma manera y para determinar si es una fobia o no, solamente habría que revisar criterios en personas que padecen este miedo”, explicó.
En este tema que no es exclusivo de la región sino de todo el país, el especialista comentó que el Sector Salud debería estar preparado para atender a la gente, pues cada vez son más las personas que padecen algún trastorno psicológico desencadenado por la inseguridad.
Personas más propensas
Las etapas más propensas para contraer una fobia son durante la infancia (de los 6 a los 12 años), en la adolescencia y la juventud, (de los 15 a los 24).
Durante la etapa de la niñez el proceso de pensamiento mágico que tienen los niños es una fuente muy amplia que beneficia al padecimiento de alguna fobia. Es común que durante la infancia los pequeños experimenten miedos, como el temor a la oscuridad, pero conforme van creciendo estos temores desaparecen. Incluso si los padres, en lugar de ridiculizarlos o regañarlos por sentir estos temores, les explican de qué se trata, los hacen sentir seguros y les ayudan a desaparecer estos miedos.
Al igual que con los adultos, cuando la fobia interfiere en la actividad social de un niño, es motivo para acudir con el especialista.
“Si el niño no quiere salir al parque porque se va a encontrar con una víbora y vive en una ciudad, entonces es recomendable que acudan con el especialista para que haga un diagnóstico”, dijo el psicólogo.
Otras de edades en las que se desarrollan las fobias son de los 15 a los 24 años y una de las principales es el miedo a la responsabilidad. “A esta edad los jóvenes tienen que tomar una serie de decisiones que van a marcar su vida, la elección de la carrera, la decisión de mudarse a otra ciudad e irse a vivir solo, elecciones que conllevan a asumir otras responsabilidades que antes no tenían”.
Pasada esa edad estos miedos puede ser que sean originados por situaciones específicas que se vivieron en algún momento de la vida y que no se pueden superar. Como el temor al sexo, quizás derivado de alguna escena grotesca que vio en la infancia o una violación.
La ansiedad
Una de las características principales de estos miedos infundados son los niveles de ansiedad que se experimentan. La ansiedad puede ser controlada o disminuida dependiendo del entorno social en el que se desenvuelva el paciente y también del núcleo familiar.
“Hay personas que padecen alguna fobia, pero su estructura familiar, su dinámica social le genera condiciones de vida de tal manera que puede enfrentar con un mínimo de ansiedad estos miedos. Por ejemplo aquellas personas que temen a los espacios abiertos, sin embargo, su familia las apoya, no las deja solas y esto genera que la ansiedad disminuya cuando están en este tipo de lugares”, dijo.
Los que por el contrario viven en una familia problemática y que les brinda poco apoyo suelen experimentar niveles de ansiedad mayores, que en algunos casos, llegan a requerir tratamiento psiquiátrico que implica la ingesta de medicamento, y que sería lo menos recomendado.
“El tratamiento psiquiátrico con medicamento es recomendado únicamente cuando la persona padece de una fobia muy aguda y sí ayuda, pero hay que recordar que la ingesta de medicamento puede traer algunas consecuencias, la más peligrosa sería que se habitúen a vivir con esto”.
Características de las fobias
Es importante recalcar que tener miedo a un determinado objeto o situación no necesariamente significa que se trate de una fobia. Para saber realmente de lo que se trata lo primero que se debe hacer es una autoevaluación. Si esas ideas o pensamientos, limitan la relación interpersonal, si reprimen la práctica de actividades sociales, entonces quiere decir que hay un problema y es necesario ahora el diagnóstico de un profesional.
“Yo recomiendo principalmente que soliciten, que busquen asesoría psicológica, en primera instancia, porque pueden encontrar la parte formal de lo que es una fobia. Ahí el psicólogo le va a decir en base a los criterios que le presente si tiene relación con alguna fobia o si es un problema común y corriente. Para esto aconsejaría psicoterapia para tratar el miedo y que además permite orientar donde te tienes que ir encaminando”.