Lecciones para evitar agresiones

A los 15 días de ingresar a Primaria, el niño Miguel Ángel, de 6 años, decidió ya no acudir más. Cada vez que sus padres lo obligaban a levantarse para ir a la escuela hacía lo imposible por impedirlo. No siempre lo lograba. Un día sus padres decidieron preguntarle el motivo de su comportamiento y el niño les reveló que los chicos de su salón constantemente lo agredían y se burlaban de él. Los padres acudieron a la escuela a hablar con sus maestros, además de llevarlo con un sicólogo para que lo ayudara a enfrentar el problema y apoyarlo más.

Se le denomina bullying, al comportamiento agresivo de un menor hacia otro. Las agresiones pueden ser físicas, verbales o sicológicas. Este comportamiento se da entre menores y puede generar impactos negativos en la víctima a tal grado que lo puede dejar marcado de por vida.

En los últimos meses esta clase de comportamiento ha alcanzado gran auge en medios de comunicación. Desde que el tema salió a la luz muchos padres de familia se comenzaron a preguntar si sus hijos eran víctimas o victimarios. Algunos de ellos intentaron un diálogo, pero poco pudieron obtener, pues no existía esa confianza, mientras que otros que han basado la relación padres e hijo en la buena comunicación, recibieron una repuesta satisfactoria.

Para la psicóloga Elizabeth Juárez es indispensable la buena comunicación entre padres e hijos, pues no sólo puede evitar que los infantes sean agredidos por los propios niños sino por cualquier persona ya sea un maestro, algún familiar, vecino etc.

“Si existe una buena comunicación entre los papás y el niño, difícilmente el niño va a ser víctima de alguna persona por un tiempo prolongado, pues en el momento en el que el pequeño perciba alguna amenaza hacia su integridad física o emocional, se lo comentará a sus padres”, dijo la especialista.

Sin embargo, la psicóloga mencionó que es difícil para muchos padres sostener una buena comunicación con sus hijos, pues ésta no sólo consiste en el diálogo. “La comunicación es verbal y no verbal. La verbal encierra el diálogo y la no verbal, comportamientos, actitudes etc. El padre debe ser coherente con lo que le pide a su hijo y lo que él mismo hace. El mensaje a través del diálogo debe darse entre los dos, es decir, no sólo el padre debe dar sus opiniones sino que debe escuchar a su hijo”, dijo.

Evalúa tu comunicación

Algunos aspectos que los padres deben tomar en cuenta para una sana comunicación son:

• Que el lenguaje que se utilice al momento del diálogo sea comprensible para el menor.

• Que el padre se ponga en el lugar del niño.

• Que el mensaje no se contradiga con otras reglas impuestas en casa. Que lo que se imponga se cumpla.

• Pedirle la opinión al menor de otras personas que lo rodean para conocer sus sentimientos.

• Ser claro, escuchar con atención y sobre todo a la hora de hablar hacerlo de una manera positiva para crear un clima de confianza con el niño.

Elizabeth Juárez agregó que es importante establecer horarios para un diálogo familiar preferentemente a diario para fomentar la comunicación.

La psicóloga consideró que “es muy importante que los padres fomenten una buena autoestima en sus hijos. Por que si es así el niño va a detectar cuando alguien le quiera causar un daño y no lo va a permitir”, dijo.

Juárez dio algunos aspectos que indican que el menor está siendo agredido. “Si la integridad del menor está siendo dañada, él va a presentar apatía por el lugar en el que está siendo violentado, temor por todo y rebeldía. Los niños suelen expresar sus sentimientos a través de los dibujos. Las madres deben estar muy al pendiente de lo que hacen”, dijo.

En caso de que los padres detecten alguno de estos aspectos Elizabeth Juárez recomendó dialogar con el niño y acudir con un especialista.