Las dos mujeres se negaron a firmar un complicado 'acuerdo de confidencialidad', el cual prohíbe brindar cualquier información de la famosa y su familia.
Lisa Marie Presley, la hija del desaparecido y emblemático Elvis, despidió a dos limpiadoras de su mansión en la campiña inglesa por negarse a firmar un complicado "acuerdo de confidencialidad", según revela hoy el tabloide británico The Sun.
La también ex esposa del fallecido cantante estadounidense Michael Jackson pidió a las empleadas domésticas que abandonaran su casa a las 48 horas de haberse mudado a la vivienda de once dormitorios, valorada en unos 8 millones de libras (12,4 millones de dólares) .
A ambas trabajadoras se les advirtió de que podrían comparecer ante un tribunal estadounidense e incluso de que podrían tener que pagar hasta 10 mil dólares en concepto de compensación si revelaban a sus maridos dónde trabajaban o pormenores de la propiedad de Presley.
The Sun tuvo acceso a dicho "Acuerdo de confidencialidad" , un documento de seis páginas que prohíbe a los empleados y a sus familiares revelar cualquier detalles del edificio, la decoración o el mobiliario, entre el que se incluyen fotografías de los familiares "vivos o muertos" de Lisa Marie.
Un amigo de una de esas asistentas despedidas señaló al tabloide que el citado acuerdo era "exagerado" y que para las mujeres "fue un atentando contra sus Derechos Humanos" .
"Los empleados no podían hablar con sus maridos, mujeres o nietos sobre lo que hacían.
Cualquiera pensaría que se habían ido a trabajar para los Servicios Secretos, en lugar de para la ex mujer de una estrella del pop" , indicó esa fuente.
Esta semana, Lisa Marie Presley, de 42 años, y su marido, Michael Lockwood, se mudaron a una mansión cercana a Tunbridge Wells, en el condado de Kent, al sur de Londres.
Después de que The Sun informara de su traslado a Reino Unido, los empleados de Presley indicaron que la hija de Elvis les hizo sentir como "un filtro sospechoso" y dos días más tarde les entregó el mencionado acuerdo para que lo firmaran.
Cuando las asistentas, que cobran 8 libras por hora (12,4 euros) , quisieron esperar a asesorarse legalmente antes de firmar el documento, Presley les pidió que se marcharan automáticamente.