Apenas una breve mención le mereció al gobernador de Durango el caso de los reos que escapaban del Cereso 2 para cometer delitos, aun cuando se encontraba en el Diálogo por la Seguridad convocado por el presidente Felipe Calderón.
Ismael Hernández Deras elogió la lucha del primer mandatario contra el narcotráfico, reconoció la necesidad de construir una política de Estado de seguridad, y llamó la cooperación de todos los niveles de Gobierno, pero de los reos que de noche salían a cometer delitos, apenas hizo unas breves unas referencias.
"El caso (nos exige) el imperativo moral de combatir la impunidad, pero sobre todo, de castigar con todo el peso de la ley a quienes traicionan a las instituciones. A quienes traicionan la confianza de la sociedad", dijo el priista en un tono tibio.
En contraste con los tonos tajantes que usaron sus homólogos para referirse a la lucha contra el crimen, Hernández Deras dio un discurso atropellado en el que incluso, reconoció la magnitud del poder financiero, violento y corruptor del crimen organizado, que se enfrentó a la debilidad estructural de los municipios.
"Sin embargo", matizó, "esto no debe ser pretexto para que hagamos el mejor de nuestros esfuerzos y construir una respuesta a la altura que exigen hoy todos los mexicanos".
A pesar que mencionó de soslayo el problema del penal, el gobernador dijo que asume "sin reservas" la responsabilidad que le corresponde, en la tarea de enfrentar el reto del estado en materia de seguridad.
Situaciones como la del Cereso 2, dijo, "confirman la necesidad de ser implacables para llegar hasta las últimas consecuencias" en el combate al crimen.
CORPORACIONES INCOMPLETAS Al reconocer la necesidad de contar con cuerpos policiacos de confianza, Hernández Deras reconoció que al revisar uno a uno los perfiles de los agentes, no se alcanza ni siquiera el 30% de los elementos necesarios para dar de alta una corporación completa en un municipio.
Admitió que los esfuerzos de los tres niveles de Gobierno no son garantía de éxito frente a la "grave realidad" que enfrenta el país; no obstante, sería inaceptable aceptar la parálisis.
En su discurso también calificó a la inseguridad pública, como "la angustia de miles de familias" y una "verdadera amenaza al Estado mexicano". En ese tenor, hizo un llamado a construir una política de Estado en la que la sociedad y los diferentes poderes tengan una corresponsabilidad.
El gobernador elogió la "valentía y firmeza" del presidente Felipe Calderón Hinojosa para encabezar la participación de todos los sectores sociales en la lucha contra el crimen organizado.
