Violencia. En el monumento Luis Donaldo Colosio, a 150 metros de la zona turística de Acapulco, fueron asesinados a balazos cuatro personas, entre ellas una mujer.
Ante el incremento de la violencia -que en los últimos días ha ocasionado 25 decesos-, el alcalde interino José Luis Ávila exhortó a los ciudadanos a evitar actividades nocturnas y también llamó a los grupos delincuenciales a que busquen otra arena para dirimir sus conflictos, "porque en Acapulco seguimos trabajando".
Ayer se registraron seis muertes más, entre éstas una mujer en la unidad habitacional Luis Donaldo Colosio y un individuo asesinado al enfrentarse a balazos contra elementos de la Armada en el desarrollo San Agustín, donde se detuvo a una persona y se decomisaron dos autos.
Para el secretario de Seguridad Pública estatal, Juan Heriberto Salinas Altés, grupos delictivos se disputan el mercado de narcomenudeo en Acapulco, lo que ha obligado a reforzar en los últimos días la vigilancia del puerto.
A los operativos se suman federales e integrantes del Ejército y la Armada de México, quienes realizan patrullajes en distintos sitios de la ciudad.
Aunque el alcalde José Luis Ávila pidió a los acapulqueños seguir con sus rutinas normales y no parar, recomendó "no salir de noche, evitar actividades nocturnas en lo posible".
Desde hace tres días, cuando aumentó la violencia, el alcalde interino reportó agenda sin actividades; ayer acudió al poblado de Barra Vieja, en la zona rural, a entregar proyectos productivos. Al ser entrevistado, lamentó los hechos delictivos y dijo que afortunadamente la gente civil no ha tenido mayores consecuencias.
"Hay gente fallecida, pero afortunadamente, salvo un caso, la gente civil o la gente común y corriente no ha tenido mayores consecuencias".
La violencia continuó ayer en Acapulco, con la muerte de cuatro personas en el monumento a Luis Donaldo Colosio, ubicado en la unidad habitacional del mismo nombre.
Los tres hombres y una mujer, abandonados junto a un "narcomensaje", habían sido colocados en una banca para ser fusilados. Los cuatro estaban torturados, vendados de los ojos y amarrados de pies y manos.
Ante la mirada de los transeúntes que se dirigían a sus trabajos y escuelas, los sujetos dispararon al aire y después mataron a las cuatro personas. Los tiros causaron pánico entre los habitantes.
