La presente temporada favorece el estrés, por lo que para tratar de que no aparezca o bajar sus niveles es necesario que la población mantenga la calma y aprenda a identificar los factores que lo ocasionan.
Fernando Sánchez Nájera, director del Centro Integral de Salud Mental (Cisame), indicó que una situación económica difícil, una pérdida, la inseguridad, el caos vehicular o simplemente el ritmo de vida acelerado contribuyen a elevar los niveles de estrés, sobre todo en las áreas de gran concentración urbana a diferencia de las semiurbanas o rurales.
Además, la época navideña es para muchos motivo adicional de tristeza o depresión, pues la asocian con experiencias negativas del pasado, la muerte de un ser querido o estar lejos de las personas más allegadas.
El estrés es la respuesta del organismo ante situaciones amenazantes o que generan preocupaciones, y que se manifiestan con cambios en la capacidad para concentrarse, presión arterial en aumento, dificultades para regular emociones y alteraciones en el ciclo del sueño.
Una de las consecuencias más importantes que presentan las personas con estrés es la depresión, y cuando existe un daño en el hipocampo se tienen problemas en la memoria, en la concentración y en la regulación de las emociones.
El estrés tienes tres fases, la primera es la aguda o inmediata, que es cuando la persona libera adrenalina y la tensión se incrementa, aumenta la frecuencia cardiaca junto con la presión arterial, después viene la fase de alarma, en la cual la persona sigue estresada aun cuando no tenga presión alguna. En esta etapa el cerebro segrega una hormona denominada glucocorticoide, que es la responsable del deterioro en diferentes regiones del cerebro, informó.
El director del Cisame dijo que el primer paso para tratar el estrés es reconocer que existe y los pensamientos y quehaceres cotidianos que lo generan; enseguida, tratar de mantener la calma y reflexionar en sí realmente son situaciones que merecen poner en riesgo la salud.
