Llegará a México navío cargado de conocimiento
Al puerto de Ensenada, Baja California, llegan embarcaciones de todo tipo, tanto pequeños veleros y buques de carga como lujosos cruceros turísticos. Sin embargo, los habitantes de esta ciudad esperan el encallamiento de un enorme navío muy especial, pues en lugar de traer viajeros o mercancías, llegará cargado de conocimiento científico.
Se trata del Museo de ciencias y acuario, proyecto impulsado por un grupo de la comunidad local, a través del Centro Científico y Cultural Caracol, A.C.
La meta del recinto, que se prevé concluir en uno o dos años, será difundir lo más novedoso de la ciencia, las especies de flora y fauna del lugar, así como generar conciencia ambiental con apoyo en herramientas interactivas, experimentos y observaciones directas.
La obra se inició en 2006 y a la fecha registra un avance de 85%, aproximadamente. Se construye sobre el bulevard costero, entre el complejo cultural Rivera del Pacífico (el edificio emblemático de Ensenada) y la nueva terminal de cruceros turísticos, en un terreno de 6 mil 255 metros cuadrados.
"Estará dirigido principalmente a los niños de primaria y secundaria como un complemento de su formación escolar", comentó el ingeniero Enrique Noriega, presidente del consejo de vigilancia de la mencionada agrupación, quien añadió que una vez en operaciones el inmueble podrá recibir a entre 400 y 800 personas al día.
También se busca que el impacto del museo en la educación informal trascienda los límites de esa ciudad, según se establece en el resumen ejecutivo del proyecto: "será el instrumento, el vehículo para mostrar algunos aspectos de la ciencia que se desarrolla localmente, al tiempo que se presentan las bellezas naturales y las características únicas de nuestra península" (Baja California).
Bajo esa lógica, el futuro museo, construido por la compañía Museotec S.A., que ha erigido un recinto similar en León, aportará a Ensenada, a la región y al estado (entre otros beneficios planeados) un destino turístico para los visitantes nacionales y extranjeros.
El Museo de ciencias (que abarcará un total de 9 mil 800 metros cuadrados de construcción, distribuidos en tres niveles, además de un sótano) tendrá un contorno exterior similar a un barco de gran calado y estará estructurado en torno a tres grandes ejes temáticos: el mar, la tierra y el cielo.
MAR, TIERRA Y CIELO La sala dedicada al mar (que a su vez contendrá al acuario) no solamente exhibirá algunas de las principales especies marinas originarias de la zona, sino que también mostrará la delicada interacción entre el ser humano y ese entorno acuático, además de la influencia de fenómenos climáticos como los vientos y mostrar problemas como la erosión de playas y litorales.
El acuario buscará realzar la importancia del océano y los recursos marítimos en la historia de Ensenada, ciudad con ubicación estratégica que aloja a entidades como el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior y a una sede del Instituto de Astronomía de la UNAM, además de tener la mayor proporción de científicos en el país (10 por cada 10 mil habitantes).
La sala enfocada a la tierra alojará imágenes sobre cómo se originó la Tierra, hace 4 mil 500 millones de años y en particular sobre el origen de la península de Baja California, su importancia geológica, sismológica y paleontológica, además de las características especiales de sus volcanes.
Se enfatizará la biodiversidad de la zona y la importancia de preservar a especies terrestres características de la región como el borrego cimarrón, el puma o el venado bura, según explicó el doctor Leonel Cota Araiza, del Centro de Nanociencias y Nanotecnología de la UNAM, miembro del consejo directivo de Caracol y vocal responsable de la museografía.
Por otra parte, la sala del cielo (que tendrá un planetario) presentará imágenes sobre la formación y evolución del universo, planetas del Sistema solar, extrasolares y agujeros negros. Pondrá especial énfasis en presentar las actividades que se desarrollan en el Observatorio Astronómico Nacional, el más importante del país con sus tres telescopios reflectores, localizado en la sierra de San Pedro Mártir, en el mismo estado de Baja California.
Además de las salas de exhibiciones permanentes (700 metros cuadrados), el acuario (mil 367 metros) y el planetario (117.5 metros), el futuro museo dispondrá de una sala para exposiciones temporales de 406 metros, además de una mediateca, un espacio para talleres didácticos, un foro al aire libre y un auditorio con capacidad para alrededor de 200 personas.
Asimismo, tendrá áreas adicionales como restaurante, cafetería, terraza, comercios y salas de usos múltiples y cuando entre en funciones manejará esquemas de apoyo y acceso para jóvenes de escasos recursos, que serán patrocinados por la iniciativa privada. Para conseguir todo esto, el proyecto contempla una inversión de 97 millones 500 mil pesos para la construcción más otros 60 millones 500 mil para equipamiento, en una segunda fase.
FUENTES DE FINANCIAMIENTO Ese monto ha surgido y provendrá de distintas fuentes, como los gobiernos estatal de Baja California y municipal de Ensenada, el Conaculta, las secretarías de turismo local y federal, y de entidades privadas como la Asociación de Contadores de la ciudad, entre otros. Asimismo, la comunidad local ha realizado varias acciones para recabar fondos.
A la fecha se han ejercido 62 millones de pesos, hay 20 millones en contrato-proceso y 15 millones 500 mil aún por ejercer en la etapa constructiva. Tras su apertura, Caracol se mantendrá con aportaciones procedentes de convenios con otros museos, instituciones educativas y un voluntariado, además de los ingresos obtenidos en taquilla.
En la parte de museografía, la comisión correspondiente planea integrar a las salas de exhibición tecnología de vanguardia, bajo un concepto de total interactividad. Por ejemplo, en la sala de la Tierra habrá un gran rompecabezas, que irá sobre un muro con la ambientación de un paisaje prehistórico y encima la representación de un dinosaurio en relieve. Los visitantes tendrán acceso a réplicas de huesos con imanes, que serán las piezas a ensamblar.
También se formalizará el compromiso de una compañía europea fabricante de satélites de telecomunicaciones para donar la réplica de uno de ellos para su exhibición en la sala del cielo. Hoy, Ensenada sólo cuenta con un pequeño museo de ciencias en una casa-habitación acondicionada para ello. "Estamos satisfechos con el avance. Las cosas se facilitan cuando traes un proyecto que en su esencia maneja estos contenidos", expresó el ingeniero Enrique Noriega.