Llegaron las posadas... y las desveladas
En el último mes del año llegan las tradicionales posadas, que en muchos casos se traducen en desveladas y excesos. Sin darnos cuenta, al atender esta clase de compromisos sociales, a veces dejamos de lado la salud y le hacemos daño a nuestro cuerpo. Para empezar hay que desmentir el mito de que existen personas que no duermen. El cuerpo humano es como una máquina que necesita reparación, que en este caso es el “descanso verdadero”, es decir dormir. Con el sueño se logra un completo descanso, se toman fuerzas o se recuperan de actividad, órganos del cuerpo como el cerebro y estómago.
Si una persona se desvela constantemente puede llegar a tener serios problemas de salud:
• Se pueden presentar cambios en el comportamiento que en ocasiones llegan hasta cuadros de alucinaciones; es decir, si se desvela constantemente puede desarrollar problemas a nivel neurosiquíatrico.
• Falta de energía.
• Cambios de humor, hacer corajes estresa y aumenta la secreción de ácidos en el estómago, eso provoca gastritis y si esta se vuelve constante puede desencadenar úlceras en el órgano.
• Falta de concentración: si una persona se desvela continuamente puede llegar a perder el ritmo de conciliar el sueño por si mismo y es cuando entra en juego la siquiatría. Medican al paciente para que logre conciliar el sueño y no tenga periodos de ansiedad y estrés.
• El organismo trabaja con letargo (más lento).
La mejor manera de reponerse, y que nunca será reemplazada, es dormir. Al no dormir por el trabajo o por la ingesta de alcohol, el organismo hace un esfuerzo por seguir trabajando cuando necesita descanso. Decir cuántas horas con exactitud se necesita para descansar es erróneo. El tiempo de descanso varía para cada individuo. Según algunas estadísticas y estudios realizados, el promedio del sueño es entre 6 y 8 horas diarias para un adulto, pero habrá quien necesite más. Si a una persona le falta energía para desempeñar sus actividades cotidianas quiere decir que no duerme lo suficiente. La solución es dormirse más temprano. Los bebés duermen más así como los ancianos duermen menos, pero éstos últimos tienen más dolores, reflujos, insuficiencia respiratoria, por mencionar sólo algunos trastornos de salud.
Unas personas duermen más porque así se los pide su organismo. Obviamente si alguien pasa un gran número de horas al día dormido la causa puede ser por depresión. En ese caso hay un un trastorno que se atiende por siquiatría. Los bebés duermen más porque están en pleno crecimiento, además de que se están adecuando a su nueva vida y eso les resulta muy complicado. Hay que recordar que es la mamá quien los alimenta y al nacer ellos gastan sus energías al comer, respirar y cualquier actividad que tengan; sólo se reponen con el sueño.
Por otro lado, es falso que las mujeres duerman más. Lo que sucede es que hay etapas donde la mujer necesita más horas de descanso, por ejemplo durante el embarazo; su organismo trabaja por dos (para ella y el embrión que empieza a desarrollarse en ella). En la pre, durante y la postmenopausia ocurre algo similar debido al desorden hormonal en las mujeres; no se secreta la misma cantidad de hormonas. Estos problemas regularmente se corrigen con una buena terapia de hormonas tomadas o inyectadas.
Ante la presencia de excesos y deshidratación por ingesta de alcohol, al día siguiente muchas personas optan por las bebidas energéticas (o estimulantes), sin embargo, éstas no se deben combinar con las bebidas alcohólicas (o depresivas). Las bebidas energéticas sólo lograrán mantener despierto un momento más a quien las ingiera, por las grandes cantidades de cafeína y glucosa que contienen, pero sólo inhiben el cansancio corporal (muscular) o agotamiento y no logran reponerlo. Hasta que la persona duerme es cuando realmente descansa. Es importante decir que al tomar una de estas bebidas no se logra gastar o quemar la cantidad de energía que se está inyectando. Aunque no genera adicción, supuestamente, sí la hay, y ésta puede traer serios problemas de salud. Una de estas bebidas contiene más cafeína que una taza de café (de 80 mililitros). Si un atleta se toma una de estas bebidas batalla para eliminar todo lo ingerido durante una larga rutina, así una persona común no logra sacar todo lo que se te toma.
Lo mejor que se puede hacer en estos casos es ingerir abundantes líquidos y tener una buena alimentación. Es mentira que los chilaquiles picosos ayudan; lo que hacen es dañar más al estómago (además de tomar alcohol y encima se le agrega picante, el estómago lo resiente). Al ingerir alcohol se daña la mucosa gástrica, por lo que hay que evitar irritantes y grasas; éstos provocan más heridas a los órganos.
Así que ya lo sabemos. Hay que cuidar nuestro cuerpo con una buena hidratación, una sana alimentación, y dándole al cuerpo del descanso que se merece. Y felices fiestas.